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domingo,
29 de
enero de
2006 |
Primera B: Milagro de verano en Tablada
Córdoba venció agónicamente a Defensores de Belgrano
Hizo dos golazos para el recuerdo
Lucas Vitantonio / Ovación
No está muerto quien pelea. A cuatro minutos del final Central Córdoba perdía claramente ante Defensores de Belgrano y estaba para el cachetazo. Pero en el epílogo del juego surgió la garra charrúa para dar vuelta la historia. Con el corazón en la mano el equipo de Tablada fue a buscar la heroica y le salió bien. La receta fueron dos golazos espectaculares, inolvidables. Primero llegó el empate por intermedio de Ezequiel Petrovelli con un potente remate cruzado que se filtró en el ángulo del arco visitante. Y enseguida Pablo Vázquez volvió a sacudir la red del Dragón, en este caso con una magnífica chilena. La chapa final fue un 2 a 1 impensado por el trámite, pero emocionante por la entrega del equipo de Oscar Santángelo. Lo que se dice: un milagro de verano.
En el primer tiempo Central Córdoba comenzó demasiado apurado. Intentó arrinconar a Defensores de Belgrano contra su arco, pero estuvo demasiado impreciso y anémico de ideas a la hora de administrar el balón. Además el equipo charrúa fue demasiado largo entre sus líneas, lo que impidió presionar con éxito a su rival.
La presencia aislada de los delanteros Vázquez y Mauro Conocchiari invitaba a sus compañeros a buscarlos vía aérea, lo que favoreció el trabajo de la defensa visitante, que jamás se desordenó.
En la vereda de enfrente, Defensores se mostró compacto y trató de administrar bien el balón. En este sentido los más criteriosos fueron Ribolzi y Marchisio.
Córdoba quería pero no tenía ideas y la visita tenía algunas luces pero no se animaba. Fue todo demasiado aburrido en los primeros 45 minutos en la calurosa tarde de Tablada.
En la segunda etapa llegaron las emociones al por mayor. La apertura del marcador fue obra del oportuno Guerra, que tocó suave un centro que envió desde la izquierda el hábil Minadevino.
Con la ventaja Defensores se acomodó mejor en el campo y se adueñó de la zona central. Hasta tuvo un par de ocasiones claras para definir el pleito, pero el arquero charrúa siempre respondió bien ante las exigencias.
Cuando el local estaba casi a la deriva el ingreso de Emiliano Impallari y Matías César le dio al equipo un poco de oxígeno de mitad de cancha hacia adelante. Y entonces el charrúa fue por la heroica. A cuatro minutos del final Petrovelli clavó un latigazo impresionante en el ángulo. Y enseguida Vázquez dibujó una pirueta notable y de chilena decretó la victoria. Con el tiempo muchos recordarán haber estado esa tarde de verano en Tablada, esa tórrida tarde de los goles inolvidables.
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