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domingo,
29 de
enero de
2006 |
Solución a corto o largo plazo
El marcado sexismo del mercado de trabajo hace que siempre las primeras despedidas sean las mujeres. Cuando se analiza el destino de los ingresos propios de mujeres y varones, la mujer es la que más aporta a la alimentación del hogar (cerca del 40%).
Esto tiene consecuencias políticas. Si se quisieran hacer políticas que impacten rápidamente en el bienestar alimentario actual, habría que subir los ingresos de las mujeres, si en cambio el proyecto es mejorar la calidad de vida en los hogares a largo plazo, se deberá mejorar los ingresos de los varones, porque la mayor parte del sueldo masculino se destina a la casa, el equipamiento del hogar, y a la larga es diferente la calidad de vida de una familia si tiene piso de tierra o de cerámica, si el techo es de chapa o de loza. "Estos estudios deberían servir para mejorar las políticas sociales", remató Aguirre.
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