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domingo,
29 de
enero de
2006 |
La actriz filma en Nápoles una película sobre Diego Maradona
Julieta Díaz: "Creo que tuve la posibilidad de poner toda la carne al asador y la aproveché"
Dijo que hizo una pausa en televisión para estrenar "Tontos de amor" y rodar "La mano de Dios"
Rodolfo Bella / Escenario
Julieta Díaz afianzó su presencia en televisión en pocos años, muchos menos de los que le demanda normalmente a muchos actores y actrices. Pocas horas antes de viajar a Nápoles para el rodaje de "La mano de Dios" y mientras disfruta del recibimiento que tuvo "Tontos por amor" la obra que estrenó en Buenos Aires junto a su padre, Ricardo Díaz Mourelle, la actriz contó a La Capital que conquistó su lugar articulando tres factores: trabajo intenso, estando atenta a las oportunidades y valorando las apuestas de riesgo.
-¿Qué te gustó tanto de "Tontos por amor" como sumar un trabajo paralelo a la "La mano de Dios"?
-Es inexplicable, pero siempre hablamos de que nos enamoramos de la obra porque todo el universo de Shepard tiene una energía, un ambiente enrarecido, atractivo, melancólico. Hay algo también con la relación apasionada de los personajes, con el miedo al abandono, a la soledad, lo desvahído de una tristeza gastada. También la puesta tiene un efecto onírico. Son personajes muy frágiles que juegan a ser fuertes. Por un lado están gastados y por el otro están encendidos, es algo muy interesante.
-¿Teñirte de rubio fue útil para el personaje de la obra y para interpretar a Claudia Maradona en "La mano de Dios"? ¿Por qué fue tan conflictivo cambiarte el color de pelo?
-Sí, me sirve para las dos cosas, pero me costó. No es algo que yo hubiera querido hacer en absoluto, ni con lo que me sienta cómoda porque no tiene que ver con mi estilo. Yo soy morocha... y ahora tengo un color que no es el mío, con un corte y una forma que no me gusta y con el pelo hecho mierda, es como demasiado..., pero igual no sé qué voy a hacer; quizás me lo deje un poco más. Tengo que pensarlo porque en esto se mezcló mi vida personal con el pelo y es algo muy raro... (risas).
-¿Por qué creés que Maradona es el centro de tres producciones como la de Emir Kusturica, la Dino Risi en la que vos trabajás y la de Javier Vázquez?
-La verdad no lo sé. Lo que sí se es lo que tiene que ver con esta persona que se transformó, que siento que resurgió de las cenizas y apareció con ese programa ("La noche del 10") que le fue muy bien. Supongo que en algo debe haber influido.
-¿Abordaste el personaje de Claudia Maradona con la misma libertad con que puede ser encarado uno de ficción?
-El personaje es difícil porque cuenta desde que ella tiene 22 años, hasta más o menos los 40. También es difícil porque Claudia siempre fue un misterio. Siempre estuvo muy presente y muy al lado de él, pero también siempre fue muy reservada. La respeto muchísimo, pero para mi como actriz es un misterio porque uno no sabe bien qué le pasa por la cabeza ya que ella se encargó de mantener puertas adentro sus opiniones. Pero como cualquier otro personaje, hay un guión, lo leo y trato de analizar la historia que hay en la película. Pero ese misterio también era un impedimento. Sentí como un excesivo respeto por la necesidad de hacer un trabajo digno y por la necesidad de ser realista con respecto a esa persona porque, si es tan difícil de conocer, también va a ser muy difícil de interpretarla.
-¿Tu único contacto con ellos fue tu visita a "La noche del 10"?
-Sí, fui al programa de Diego y hablé muy poco, pero me trataron muy bien, fueron muy amables. Ella me trató de una manera muy correcta. El después me dijo que no estaba de acuerdo, pero que entendía que era mi trabajo y que yo lo tenía que hacer, pero no estaba de acuerdo con la gente que hacía la película. Pero ellos cobraron dinero por los derechos, así que está todo muy claro. Después de eso, es un poco irrefutable.
-¿Vos qué pensás de Maradona?
-Yo lo admiro como jugador y me parece que muchas veces ha defendido valores sociales y morales interesantes, pero no me parece correcto opinar sobre su vida personal. Creo que es un jugador de fútbol maravilloso, me encantaría que, si puede, que siga jugando y si no, que tenga algún rol dentro del fútbol, que nos siga regalando su talento. También me parece que superó todo y ojalá que cada día esté mejor.
-En poco tiempo tu carrera tomó un impulso impensable para un montón de actores, ¿cuál fue el trabajo bisagra?
-Creo que no hay una sola bisagra. Es una sucesión de pasos que se van encadenando. Si tengo que empezar desde el principio, cuando hice "Campeones", fue una bisagra importante porque fue con lo que me hice conocida, pero en realidad había otras cosas antes que si no las hubiera hecho, no hubiera llegado a "Campeones", así que en realidad cada paso es importante.
-Qué pesó más, ¿las decisiones, el riesgo, las oportunidades, el esfuerzo?
-En la receta que creo que me funcionó a mi y de la cual estoy muy agradecida hay un poco de todo; hay mucho trabajo de mi parte; mucho saber que cada oportunidad hay que aprovecharla, que no existen personajes chicos, que no hay malas o buenas oportunidades y hay que aprovecharlas todas. Creo que a veces hay que arriesgar. Tuve una buena estrella para estar en el lugar, con la persona y en el momento correcto y lo aproveché al máximo. También tuve la suerte de que me ofrecieran cosas muy diversas y pude demostrar que podía hacer diferentes trabajos y que hicieron que se me valore más porque a veces hay actores que son muy buenos pero que se le presentan oportunidades para hacer siempre lo mismo, o que no tienen una oportunidad de mostrar cuál es su capacidad. Creo que yo tuve la posibilidad de poner toda la carne al asador y la aproveché. Tuve esa suerte, pero no me voy a quitar el mérito de decir que la aproveché y trato de hacerlo cada día más.
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"No existen personajes chicos ni malas oportunidades. Hay que valorar todo", dijo Díaz.
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