Símbolos del deporte de Rosario

José M. Petunchi / La Capital

Son la esencia misma del deporte. Y a la vez se van convirtiendo en emblemas de Rosario. Son representantes de una ciudad que en los últimos tiempos dio un salto de calidad en materia deportiva en el contexto nacional. Son atletas que persiguen el éxito, pero que, con sólo competir como lo hacen ellos, dejando todo, ya lo alcanzaron. Aunque no se den cuenta. Son las figuras que entregó esta temporada que está dando sus últimos pasos y que se hicieron acreedores al premio Ovacion por ser los destacados 2005.

Una merecida distinción que tiene como meta estimularlos y reconocerles la dedicación y el tesón, porque detrás de ellos hay mucha más entrega, sacrificio y esfuerzo del que se conoce. Muchas más frustraciones, que alegrías. Muchos sinsabores y contratiempos, que, sin embargo, no hicieron mella en su vocación y sus ansias de superación, las mismas que les permiten mantener el fuego sagrado. Una situación que se repite con los días, con los entrenamientos y con los diferentes torneos. Y un compromiso que se renueva en el tiempo.

Algunos de ellos ya se codean desde hace tiempo con las luces de la fama. Para otros, en cambio, es nuevo, ya que están la mayor parte del tiempo alejados de los flashes, los micrófonos y los diarios. La mayoría se hizo un nombre y construyó una carrera en silencio, con poca ayuda y una voluntad a prueba de todo. A otros el camino se les fue abriendo con el tiempo. Pero todos fueron invadidos por los mismos sueños: el deseo de representar al deporte argentino, y al rosarino en particular, en cualquier lugar del mundo. En cualquier situación y geografía. Por eso son, en definitiva, emblemas de la ciudad.