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viernes,
30 de
diciembre de
2005 |
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Charlas en el Café del Bajo
-Ya todos conocen el caso de esta pareja que encontró 67.000 dólares y los devolvió. ¡Nada menos que alrededor de 200.000 pesos! ¿Recordamos los nombres?
-Claro, por supuesto, son los dueños del barcito de Paraná y Córdoba, Guillermina María Matorras -Mary- y su marido, Walter Cicarelli. Se da cuenta que hay gente buena, Candi.
-La verdad que sí, hay gente buena. Ahora voy a reproducir una parte de la noticia y quiero decir algo al respecto. Dice la crónica periodística: "Transcurrieron tres horas y media antes de que el dueño de los dólares regresara a buscarlos, después de «deambular por otros varios lugares donde creyó haberlos dejado». Cuando entró, el hombre «ya no tenía cara» de lo descompuesto que venía, recuerda Walter. Y lo único que dijo fue «gracias». «A mí me parece -dijo el señor que encontró los dólares- que recién después se dio cuenta, porque más tarde vino a decirnos si no queríamos un regalo. Le contestamos que no, que no queríamos nada... Lo único que queríamos de verdad era no tener esa plata acá por el miedo que nos daba»".
-Ya sé adónde quiere llegar. Lo sospecho.
-¿Y cómo lo digo?
-Como le salga.
-Bueno: ¡pero viejo, le devolvieron 67.000 dólares, cómo va a regresar a preguntar si quieren un regalo! Tendría que haber vuelto con el regalo en la mano. Es más...
-¿Ahora nos vamos al Código Civil?
-Pero claro, el Código Civil argentino establece que al que encuentra un valor o dinero y lo devuelve le corresponde el diez por ciento del monto hallado y devuelto. Y quiero recordar que la Justicia del fuero civil de Rosario ha dictado sentencias en tal sentido.
-O sea que a Mary y Walter le corresponderían por el gesto...
-No importa, no es del caso sacar cuentas. Pero de todos modos es probable que por estas horas la pareja que encontró el dinero y lo retornó a su dueño ya haya sido gratificada por éste. Eso también hay que decirlo.
-Y es justa una gratificación, ¿verdad?
-Absolutamente que sí.
-¡67.000 dólares! Hubieran podido decir: "Aquí no encontramos nada".
-Pero dijeron todo lo contrario y quiero como simple vecino, aunque no conozca a esta gente maravillosa, felicitarlos, sinceramente felicitarlos. Porque además es gente de trabajo. Yo sé lo que es un bar, lo que es estar allí, tener que aguantar a los señores inspectores de todos los Estados que a veces le buscan hasta la séptima pata al gato, lo que es recibir la factura de la EPE y ver que casi todo el esfuerzo de uno se lo lleva el Estado. Sé lo que es estar todo el día hasta la madrugada "tirando café", al lado del horno en pleno verano y no tener ni francos, ni descanso, porque cuando está de franco la mente no deja de pensar en cómo hacer para lograr un peso más. ¿No es verdad Mary? ¿No es verdad Walter? En un bar, en los tiempos que corren, se hace mucho sacrificio a veces para ganar unos pocos pesos, a veces para salir derecho, a veces para perderlo todo. Por eso lo de esta gente es encomiable.
-¿Usted qué hubiera hecho en un caso así?
-Cierro el bar y voy a la concesionaria de calle Córdoba y bulevar Avellaneda, que me hubiera quedado cerca, y compro un BMW.
-¡Ja, ja, ja, ja!
-Desde luego que estoy bromeando. Al tener el dinero en la mano hubiera pensado: puede ser el producto de la venta de una casa, el único bien de una familia, o toda la herencia de una persona que deja a su hijo en vida porque la necesita, o el dinero destinado a una operación, o dinero de una entidad de beneficencia o, en fin, dinero destinado a cualquier fin noble o dinero perteneciente a una familia de la clase media. También seguramente hubiera pensado: puede ser la milésima parte de la fortuna de un rico. De todos modos lo hubiera devuelto. Y de haber habido un documento, un nombre, una dirección lo hubiera llevado y me hubiera puesto más contento, lo confieso, el haberlo entregado a alguien que era lo único que tenía o que lo necesitaba para un fin bueno. Bien, Mary y Walter se merecen que Rosario vaya a tomar café a su barcito. Y ojalá que la vida los premie por tan maravilloso gesto.
Candi II
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"En la batalla de los verdes, ganó el verde de la coca frente al verde de los dólares".
Evo Morales
Presidente electo de Bolivia
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Capricornio - 22/12 al 19/01 |
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