Rafael Bielsa rechazó ser el miembro informante

Se lo propuso la bancada oficialista. "Defender eso iría contra mis propios libros", habría dicho el diputado

El oficialismo, por medio de Agustín Rossi, pretendía que el diputado Rafael Bielsa fuera el miembro informante de la bancada para defender en el recinto el cuestionado proyecto de reducción del Consejo de la Magistratura. "Hacer eso sería como ir contra mis propios libros, contra mi biblioteca", habría dicho el ex canciller y jurista de nota.

La situación del rosarino (quien sorprende a los cronistas parlamentarios por su bajo perfil pese a no romper lanzas con el kirchnerismo a la hora de las votaciones) hace que la prioridad pase hoy por otro lugar: recuperar el vínculo con la sociedad porteña, roto en el momento en que decidió no asumir la banca para la cual había sido electo y aceptar la embajada en Francia. Luego, atento a este clima, Bielsa reconsideró su posición y presentó una carta en la Rosada dirigida al presidente Néstor Kirchner explicando la situación.

Desde su asunción como legislador (ocupa la última fila de la Cámara) dicen que ha comenzado a trabajar en la redacción de dos libros, cuyo contenido es un enigma pero que despierta un incesante run run entre sus allegados.

La invitación para que fuera el miembro informante del kirchnerismo en Diputados del polémico proyecto sorprendió al ex titular del movimiento Gesta. "Queremos que tome un rol más protagónico", explicaron desde el oficialismo. "Con favores así, qué me darán cuando me quieran castigar", habría dicho, irónico, Bielsa.

En esas charlas calientes del bloque, el ex jefe del Palacio San Martín habría propuesto que la votación en el recinto se hiciera de modo "nominal", hecho que fue desalentado por los popes del bloque y generado, en ese momento, la desactivación de la iniciativa.

Recién a última hora de anoche el oficialismo decidió dar hoy el primer paso destinado a aprobar la reforma del Consejo. Por la mañana se reunirán las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia, con el objetivo kirchnerista de darle el visto bueno al proyecto y dejarlo listo para su discusión en el recinto de la Cámara baja.

Paralelamente, el gobierno convocará a sesiones extraordinarias en enero y febrero. De esa forma se asegura la vigencia del dictamen hasta marzo.