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 miércoles, 28 de diciembre de 2005  
Está en duda el plan antidrogas con Washington

La Paz. - El gobierno del presidente electo Evo Morales no aceptará más ayuda económica y militar de Estados Unidos condicionada a la lucha contra las drogas y se propone desvincular a las fuerzas armadas de esas tareas. La decisión podría poner en peligro un tratado comercial vigente, condicionado al avance en la lucha contra el cultivo de coca, planta de la que se extrae la cocaína.

Tal decisión se adoptará principalmente "por razones de soberanía", informó Juan Ramón Quintana, encargado de la transición del futuro gobierno y asesor cercano a Morales. "La Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (FELCN) se ha convertido en un apéndice de la DEA norteamericana con el enorme riesgo que esto implica para la seguridad del Estado; todos los organismos y capacidades institucionales deben retornar al control gubernamental", dijo Quintana ayer.

También señaló que el futuro gobierno está decidido a desvincular a las fuerzas armadas de las tareas de erradicación de cocales ilegales en el Chapare, región andina donde Morales fue líder de los productores de esa planta.

Las tareas de la lucha contra las drogas retornarán a la policía, dijo Quintana. Pero el comandante de esa institución, general David Aramayo explicó que la "FELCN depende de la policía". "Otra cosa es que evidentemente (Estados Unidos) nos da un apoyo importante en cuanto a ciertos requerimientos que se tienen", señaló.

El propio Morales "convocó" al gobierno de Washington "a una alianza de lucha efectiva contra el narcotráfico", pero adelantó que "no habrá cero coca", en sus primeras declaraciones del pasado lunes, tras su contundente victoria en las urnas el 18 de diciembre. En esa oportunidad defendió el que los cocaleros del Chapare, al centro de Bolivia, se queden con una superficie cultivada de 1.600 metros cuadrados por familia, pero el gobierno estadounidense se ha opuesto en el pasado a ese pedido. El Chapare ha sido declarada zona ilegal para los cultivos de coca.

También el futuro presidente dijo entonces que la lucha contra las drogas "debe dejar de ser un pretexto para intereses geopolíticos de control de la soberanía boliviana". El gobierno de Washington no felicitó a Morales por su victoria sino al pueblo boliviano por su comportamiento democrático y dijo que las relaciones con el futuro gobierno dependerá de la agenda común de ambas administraciones. Durante su campaña electoral, Morales ha prometido impulsar la despenalización de la coca. Pero además, del éxito en la erradicación de la coca depende que siga en vigencia el Tratado de Facilidades Extendidas, que permite el ingreso en el mercado estadounidense de muchos productos bolivianos. También quedará en los papeles la firma de un tratado de libre comercio con Washington, como acaba de hacer Perú. Pero esto ya se descartaba en caso de triunfo de Evo Morales.
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