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viernes,
23 de
diciembre de
2005 |
Reducción polémica. No descartan que la controversia llegue a dirimirse en la Corte Suprema
Magistratura: el gobierno obtuvo la media sanción y una ola de críticas
La senadora Kirchner negó que la iniciativa oficial signifique manipular la Justicia a antojo del gobierno
El Senado nacional, después de seis horas de debate, dio media sanción ayer a la madrugada al proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura, que propone reducir de 20 a 13 el número de miembros de ese organismo.
Horas después, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, evaluó que "cuanto más pronto" se trate en Diputados el proyecto que reforma el Consejo de la Magistratura, "mejor", y descalificó enérgicamente las críticas que diversos sectores lanzaron contra esa iniciativa.
Fernández rechazó los cuestionamientos del ex presidente Raúl Alfonsín y de la senadora Hilda Chiche Duhalde, entre otras voces que se alzaron en contra de la iniciativa gubernamental.
"No significa que porque lo diga el doctor Alfonsín, sea la verdad revelada", advirtió Fernández, y se quejó de que "muchas cosas se dicen que «no» (sic) porque solamente se busca decir que «no» y jamás porque se piense criteriosamente en el beneficio del objetivo".
La iniciativa, que fue criticada por instituciones judiciales y organismos no gubernamentales y defendida principalmente por la senadora Cristina Fernández de Kirchner, recibió 45 votos favorables y 16 en contra, correspondientes al radicalismo y algunos partidos provinciales.
En esencia, el proyecto reduce la representación de los jueces de 4 a 3 lugares, la de los abogados de la matrícula de 4 a 2, la de los representantes académicos de 2 a 1, y la del Poder Legislativo de 8 a 6: 3 por cada Cámara parlamentaria, de los cuales 2 van por la mayoría y 1 por la minoría.
La iniciativa elimina la participación del presidente de la Corte Suprema como integrante del Consejo, pero conserva el único integrante que aporta el Poder Ejecutivo.
La discusión sobre esta reforma giró en torno de dos ejes centrales. El primero de ellos fue precisamente el tema de la reducción del número de los representantes, ya que a criterio de la oposición y de los organismos judiciales, con el nuevo esquema el oficialismo podrá bloquear las decisiones que se deben adoptar por dos tercios, ya que contará con un total de 5 representantes sobre 13.
Fernández de Kirchner negó terminantemente que se intente producir un "bloqueo" de las decisiones del órgano y le atribuyó tal interpretación a "cierta campaña acerca de las presuntas intenciones de que el oficialismo pretendía con este dictamen una manipulación de la Justicia, controlar la designación y destitución de jueces".
Criticó a la "corporación de jueces y abogados" por ejercer una fuerte presión "para mantener el status quo", y dedicó más de media hora de su discurso para acusar al diario La Nación de ser parte de esos movimientos.
El radicalismo había ensayado una oposición muy tibia al proyecto, lejos de la vehemencia que hacía suponer la polémica que había despertado el proyecto. Incluso Ricardo Sanz lo aclaró en el inicio de su discurso: "Si esperan un espíritu confrontativo los vamos a defraudar", advirtió el senador mendocino.
Entre los más vehementes críticos se contaron el radical disidente Rodolfo Terragno. "El oficialismo pasará de tener el 25 por ciento a tener el 38 por ciento. Nadie puede entrar a la Justicia si el Ejecutivo le pone bolilla negra, y nadie saldrá de ella si el Ejecutivo le tira un salvavidas. Esto genera sospecha sobre el objetivo de esta iniciativa", sostuvo.
Hilda Chiche Duhalde presentó su propio proyecto en minoría, que proponía bajar el número de consejeros a 15, pero fue rechazado en duros términos por Cristina de Kirchner, porque consideró que "busca mantener el status quo".
La ex primera dama hizo un discurso moderado que incluyó un llamado a buscar "un consenso" sobre el tema, aunque después evaluó "peligroso encarar un proyecto de esta naturaleza".
En tanto, el juez de la Corte Suprema Raúl Eugenio Zaffaroni se excusó de opinar porque la cuestión podría dirimirse en el máximo tribunal. "No puedo abrir opinión sobre eso porque es un proyecto que si se convierte en ley puede generar una situación que eventualmente llegue en algún aspecto en conocimiento de la Corte. De modo que cualquier cosa que diría estaría adelantando una opinión", sostuvo el magistrado.
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Cristina Kirchner fue la protagonista principal de la sesión de trasnoche en el Senado.
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