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domingo,
20 de
noviembre de
2005 |
Desde Unicef dicen que en el país se tolera la explotación infantil
El representante argentino Jorge Rivera Pizarro
destacó los alcances asistenciales de la nueva ley
El representante local de Unicef, Jorge Rivera Pizarro, advirtió que la sociedad argentina "es tolerante frente a la explotación de los niños", debido a que la reiteración de casos termina por "naturalizar" esa patología social. Tales conceptos y otros fueron vertidos por el especialista en el marco recordatorio del décimo sexto aniversario de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (Cidn), celebrada el 20 de noviembre de 1989.
Rivera Pizarro consideró que "cuando los casos de explotación sexual se producen a diario, la sociedad entiende que son temas que están fuera de su alcance y se acostumbra a que sucedan; los naturaliza".
El representante de Unicef se refirió también a la legislación argentina referida al tema y al "turismo" que incluye a niños y niñas para su explotación sexual. Consideró auspiciosos los avances que en materia de legislación se dan en el país. "Este aniversario es particular. Hasta ahora, las celebraciones venían acompañadas del deseo de que algún día Argentina ajustara su legislación a la Convención. Este año es distinto: tenemos una ley que deroga el sistema de patronato y se adecua a los pactos de derechos humanos internacionales".
Destacó que esta nueva ley instaura un cambio de paradigma en materia de infancia y adolescencia. "Establece una nueva manera en que el Estado se relaciona con los niños porque destaca el carácter universal de sus derechos y genera órganos de poder que articulan políticas públicas en el área como el Consejo Federal de la Infancia y una secretaría especializada", indicó.
"La segunda consecuencia inmediata es que deriva los temas sociales al Estado, en lugar de dejarlos en manos del Poder Judicial como se hacía hasta ahora", acotó.
Polémica educación sexual
Acerca de la educación sexual en las escuelas, recordó que "la Cidn es muy clara en términos del derecho a la información y sobre este principio básico, deben asentarse las instituciones, sea la familia, la escuela, las organizaciones civiles, gubernamentales o religiosas".
"Es importante que haya un enfoque educativo, sobre todo durante la adolescencia que es un período en que se toman decisiones importantes que afectan toda la vida, y más aún si la información en juego afecta aspectos íntimos de las personas, como es la vida sexual", consideró.
Más aún, alertó que "en plena pandemia del sida, el riesgo que acarrea la falta de información es enorme. La experiencia demuestra que cualquier alerta que pueda darse, va a ahorrarles a los niños y a la sociedad momentos muy difíciles".
El especialista desmitificó la percepción de que la tecnología informática haya generado una mayor explotación sexual comercial de los niños y adolescentes, o mayor cantidad de abusos. "En todo caso, las nuevas tecnologías son herramientas de las que se sirven redes delincuenciales que comercian con el sexo y que se vuelven más aberrantes cuando se utilizan niños, de quienes se aprovechan en situaciones de pobreza, ignorancia e ingenuidad".
En ese sentido, consideró que esa "tolerancia social queda en evidencia que se manifiesta en los vecinos de lugares donde se suceden prácticas dudosas, y lo saben y no dicen nada, o por los taxistas que trasladan niños y clientes, los hoteleros que hacen la vista gorda cuando un adulto ingresa (a un albergue transitorio) acompañado por un menor de edad".
"La única manera de revertir esta situación es desarrollando una clara conciencia de principios y valores, que entienda que estos fenómenos son intolerables", concluyó Rivera Pizarro. (Télam)
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