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domingo,
20 de
noviembre de
2005 |
Los científicos aconsejan
frenar la deforestación
En América latina desaparecieron 100 mil especies de flora y fauna en cinco años. Promueven un desarrollo sustentable
Científicos y empresarios iberoamericanos recomendaron frenar la deforestación y degradación de suelos, que han causado la desaparición de unas 100.000 especies de flora y fauna en América latina en los últimos cinco años.
Gonzalo Echagüe, presidente del Consejo Nacional de Medio Ambiente (Conama), de España, señaló que es necesario trabajar en "estrategias corporativas", para que el sector privado de la región contribuya en forma directa al desarrollo sostenible.
Echagüe participó en el III Encuentro Iberoamericano de Desarrollo Sostenible (Eima), celebrado en la capital panameña, en el que abogó por la responsabilidad social empresarial, para lograr competencias en el marco de la protección ambiental.
Reconoció que la responsabilidad social de las empresas aún no es vista como parte de la inversión y la competencia, pero advirtió que se trata de un paso necesario para enfrentar las amenazas derivadas de la destrucción de los recursos naturales.
Por su parte, la Administradora de la Autoridad del Ambiente (Anam), de Panamá, Ligia Castro, dijo que el III Eima realizado en ese país con la participación de unos 300 delegados, demostró la necesidad de adoptar mecanismos de cooperación y regulación.
Castro señaló que si el inversionista privado quiere invertir en América Latina, debe comprometerse primero con la protección del medioambiente y los irremplazables sistemas hídricos.
Informes oficiales revelan que Panamá perdió en los últimos 100 años tres millones de hectáreas de bosques naturales y miles de especies animales a manos de depredadores, la población pobre y la industria mal concebida.
Al respecto, Catalina Toro, de la Universidad Nacional de Colombia, destacó que la destrucción de fauna y flora ha provocado que los gobiernos de los países de la región promuevan políticas más eficientes de conservación del ambiente.
Sin embargo, el aumento de la presión de las poblaciones humanas sobre los ecosistemas ha generado un serio peligro para la vida silvestre y la biodiversidad, que preocupa a los ecologistas.(DPA)
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