Una movida con múltiples caras

En la ciudad se plasman distintos mapas urbanos. Travestis, cumbiambas y fashion, todos tienen su lugar

En la noche rosarina conviven distintas realidades y se plasman mapas urbanos disímiles a medida que se recorren sus calles. Así, con diferencia de pocas cuadras y algunas horas, es posible ver desde una multitud de adolescentes tratando de entrar a la única disco para menores (Maipú entre San Juan y San Luis) hasta un llamativo grupo de travestis que ofrece sus servicios sexuales ante conductores libidinosos.

Los distintos mapas urbanos están perfectamente delimitados. Y en esas áreas, los habitués saben muy bien cómo moverse. Manejan sus propios códigos y tienen gustos parecidos.

En la zona norte, más precisamente en avenida Colombres, un grupo de jóvenes despunta su vicio por los fierros en una concurrida estación de servicios. Los caños de escape libre, vidrios polarizados y equipos de audio "al palo" están a la orden del día. Hace unas semanas, unos 59 vehículos fueron remitidos al corralón por correr picadas sobre la avenida. La modalidad no es nueva. En octubre del año pasado, un operativo de la Dirección de Tránsito terminó con otra carrera. Ahora es tiempo de tranquilidad, aunque hay quienes ya miran a la zona sur (avenida del Rosario) para seguir con sus corridas clandestinas.

Lejos de allí, Pichincha plasma otra imagen. También se florean los autos "tuniados", pero en el lugar la "onda" es "mostrarse un poco" en los bares de la zona "antes de entrar al boliche".

En el aire se respira algo que muchos definen como "el culto a la histeria". Chicas en "pose permanente" y jóvenes con largas horas de gimnasio que muestran sus músculos debajo de apretadas remeras. De uno de esos bares partió la madrugada del 11 de noviembre la camioneta que eludió un control de alcoholemia y cruzó media ciudad seguida por móviles policiales que le asestaron varios balazos.

La noche avanza y Rosario sigue mostrando sus diversas caras. En el centro, la movida tropical se pasea por calle Corrientes, aunque también tiene sus sucursales por Avellaneda y sobre Alem. Aquí "la onda" de los varones es tener el pelo mojado "estilo Mambrú" y usar zapatillas "cuanto más llamativas mejor".

Las chicas, ajustadas calzas ("si son blancas mejor porque marcan más") o diminutas polleras. En la zona del bajo, en tanto, dos boliches congregan a los jóvenes y en los últimos días se armaron algunas trifulcas a la salida.

Para los inspectores municipales, esta es la "zona roja" y la que más caliente se pone pasadas las 5 de la madrugada.

En la zona de La Fluvial el mapa urbano vuelve a mutar. Música electrónica, tragos y "gente inn" son moneda corriente. Todos con sus propios códigos.

En Mitre y Pasco, la zona roja de prostitución está en expansión. Cada vez más travestis ofrecen sus servicios en la calle y se florean a lo largo de Pasco en el tramo que va desde Cochabamba hasta España. Por Sarmiento hacia el lado de 27 de Febrero, la zona es exclusiva de las prostitutas, que pululan también por diversas calles del centro.

Así, las postales disímiles se suceden a medida que uno se interna en los diversos sectores que se plasman en la misma ciudad. Es que la noche tiene sus códigos, y dentro de ella, sus diversas facetas.

Sábado, 6 AM. Un grupo de chicos deja un bar céntrico.