Triunfo de campeón para el Lobo

Con dos jugadores menos venció a Quilmes y es único líder con un partido más

Si algo le faltaba a Gimnasia para tomar en serio su rol de ¿inesperado? candidato al título del Apertura, fue el épico triunfo de anoche en Quilmes. A 22' del final le echaron a Goux. Siete minutos después vio la roja Licht. No jugaba bien y todo el mundo pensaba que le costaría sostener el 0 a 0. Pero Daniel Giménez vio un agarrón en el área local y faltando sólo 5' Lucas Lobos, el niño mimado en el bosque platense, le dio la victoria de penal y la punta en soledad, metiéndole una presión terrible a Boca y el resto.

El milagro de los muchachos de Troglio se prolongó en Quilmes y ya quedó en un lejano recuerdo la noche en Arroyito, cuando empezó esta increíble racha de ocho éxitos al hilo. Aquella vez Pedro I llegaba muy cuestionado y una derrota podría sepultarlo, pero el uruguayo Vargas metió tres, Gimnasia bailó a Central y la fiesta tripera no se detuvo.

Claro que anoche se la vio negra. No sólo por las expulsiones del complemento, sino porque ellas fueron producto de la impotencia. Pese a que contó con chances claras al final del primer tiempo (mano a mano de Delorte que sacó Ramírez y cabezazo de Vargas afuera), Quilmes pareció más.

Pietravallo y Galdames coparon el mediocampo, y pese a que el chileno salió para el segundo tiempo, el equipo de Aimar se le fue yendo cada vez más encima al de Troglio y el gol parecía al caer. Toranzo y Choy González tenían a maltraer a Navarro Montoya y tras la correcta expulsión de Licht los diez mil hinchas del Lobo parecían perder la paciencia.

Pero con nueve Gimnasia salió a morder, generó una llegada y Giménez vio agarrón de Caneo a Esteban González dentro del área. El penal lo convirtió Lobos como premio a no darse por vencido, justo lo que la historia hace rato le viene reclamando al corazón tripero.

Nada será fácil de aquí al final, pero no le toca enfrentar a ningún candidato. Tiro Federal y Newell's tratarán de arruinarle la fiesta en el Bosque, y deberá hacerse fuerte en el Monumental y en Banfield. Créase o no, Gimnasia tiene el cielo al alcance de la mano. Y depende de sí mismo.

Lobos marcó un gol épico y Esteban González corre a abrazarlo.