Francia: incendian una iglesia pero disminuye la violencia

París- La iglesia de Saint-Jean d'Ars, en la periferia de la ciudad de Romans-sur-Isere, sudeste de Francia, fue incendiada anoche durante la vigésima jornada de disturbios en varias ciudades franceses, pero la policía informó hoy que en general hubo una disminución de la violencia.

El fuego que quemó el templo de Saint-Jean d'Ars alcanzó el altar y sala de catequesis, antes de que fuera dominado por los bomberos.

Autoridades municipales de Romans-sur-Isere manifestaron su sorpresa por al ataque contra la iglesia, ya que allí no habían producido incidentes asociados a la revuelta juvenil que alcanzó los suburbios de distintas ciudades.

Por su parte, la Dirección General de la policía nacional informó que anoche fueron incendiados 163 automóviles y detuvieron a 50 personas, con lo cual la suma total de vehículos destruidos desde que comenzó la revuelta se elevó a 9.000.

Según la versión policial, hubo una leve disminución de la violencia especialmente en la periferia de París donde se reportó el incendio de 27 vehículos, una cifra menor que los 60 de la noche anterior, informó la agencia italiana ANSA.

Tampoco hubo enfrentamientos "importantes" entre manifestantes y policías.

La Asamblea Nacional de Francia aprobó ayer la extensión del estado de emergencia que comenzó el miércoles pasado y terminará el 20 de noviembre próximo.

Por otra parte, una encuesta publicada hoy revela que el controvertido ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, emerge como el dirigente mejor valorado por la población en el marco de la rebelión suburbana.

El sondeo indica que Sarkozy, quien también es presidente del gobernante partido UMP, obtuvo un 63 por ciento de aprobación, 11 puntos más que en otra encuestra realizada antes de que empezaran los disturbios, informó la agencia Europa Press.

Su principal rival para la presidencia de Francia, el primer ministro Dominique de Villepin, también dirigente del mismo partido de centroderecha, logró un 50 por ciento de opiniones positivas

Desde que comenzaron los disturbios, Sarkozy se distinguió claramente por su actitud activa en favor de una política de "mano dura" contra los manifestantes.

Siguiendo la iniciativa de Sarkozy, precisamente, Francia inició ayer los procedimientos para expulsar a diez inmigrantes extranjeros detenidos por los disturbios, cifra notablemente inferior a los 120 que había pedido echar el titular de la cartera de Interior. (Télam)