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 miércoles, 16 de noviembre de 2005  
Agostino Spataro: "El extremismo islámico degrada a la religión
El estudioso italiano destaca el trasfondo de "malestar cultural y religioso" del fenómeno

Agostino Spataro, siciliano, ex diputado y periodista del histórico diario L’Unitá, es un estudioso del fenómeno del extremismo islámico en la cuenca del Mediterráneo. Sostiene que los integristas hacen un uso político del Islam y de esa forma lo degradan. Además, el crecimiento del extremismo islámico tiene un trasfondo de "malestar cultural y religioso", que debe ser atendido, sin que esto signifique dejar de lado la respuesta policial. Spataro también remarca que el inmigrante debe mostrar voluntad de integración en el país donde eligió vivir.

El autor italiano pasó por Rosario para presentar la edición argentina de su libro "El fundamentalismo islámico", una iniciativa de Editora Rosario Bivona. Originalmente la obra se editó en Italia en 1995. Spataro publicó posteriormente una segunda edición italiana, con prólogo de Yasser Arafat.

—¿Todavía es una pequeña minoría el islamismo radical, como decía usted en 1995, o ya es una minoría consistente o hasta una mayoría, según el país?

—Creo que en los últimos años estas facciones radicales tienden a crecer. Sea porque hacen un intenso proselitismo, sea porque existe una agudización de la situación en el mundo árabe, tanto por la cuestión palestina como, ahora, por la iraquí. Y cuanto más tiempo pasa, más esas organizaciones captan militantes. Por eso hay que intervenir con urgencia para bloquear este proceso.

—Un fenómeno nuevo son los jóvenes islamistas británicos del 7-J. Parecían muy bien integrados, como el docente jefe de la célula suicida.

—Lo de Londres expresa un malestar de tipo cultural y religioso. Es una señal preocupante, de que el extremismo islámico no es sólo un problema limitado a Medio Oriente. Y no es que quieran practicar el terrorismo porque sí, sino que este expresa una teoría política, que por desgracia desborda la realidad árabe y llega a lugares como Londres, donde estos jóvenes no tienen ante sí al conflicto palestino o iraquí. Pero hay una visión religiosa que reenvía a la identidad cultural de esta gente. Occidente, ¿es capaz de dar una respuesta a estos problemas identitarios o no? En el caso de Londres, está claro que no. Pero hasta ahora no se ha afrontado esto como un problema cultural, sino como un asunto de seguridad. Que hay que afrontar, por supuesto, pero no basta.

—Tal vez su visión del Islam expuesta en el libro sea demasiado generosa, habida cuenta de que el propio fundador del Islam era, además de profeta religioso, un líder militar y político.

—No digo que el Islam sea bueno o no, no entro en el juicio de mérito del Islam. Yo digo que los islamistas radicales, que conforman un mundo complejo y variado (no se trata sólo de Bin Laden), tienen una interpretación del Islam que va mas allá del dato religioso y que hace del Islam un instrumento político para lograr un objetivo de poder. No persiguen la salvación del alma, usan esta arma explotando el sentimiento religioso, muy difundido en el mundo árabe, para llevar adelante un diseño de poder. De esta forma la religión se degrada, se vuelve instrumento político.

Spataro agrega que hoy, ante este creciente conflicto, en Italia y en Europa surge "acompañada por una campaña de prensa, una desconfianza general hacia el árabe. Funciona la asociación árabe-terrorista-bomba. Hay un clima de preocupación y miedo. Por esto hay que ir a los hechos: el que comete delitos debe recibir sanción penal, el que no, debe hacer su vida normal". Pero además el autor italiano cree firmemente que los inmigrantes deben hacer un esfuerzo mayor de integración y no pretender mantener intacto su estilo de vida, ya que este cambio está implícito en la elección misma de mudarse de país.

Entrevista: Pablo Díaz de Brito
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