El parlamento francés respalda seguir en estado de emergencia

París. - La cámara baja del parlamento francés aprobó ayer extender por tres meses el estado de emergencia, a fin de darle al gobierno poderes especiales para lidiar con la reciente ola de disturbios. El gobierno también se dispuso a deportar a diez extranjeros hallados culpables durante 19 noches de motines en los suburbios de varias ciudades del país. Aunque la violencia ha comenzado a amainar, en la noche del lunes fueron quemados 215 vehículos y 71 personas fueron detenidas.

La Asamblea Nacional aprobó por 346 votos a favor y 148 en contra prorrogar hasta febrero el estado de emergencia, con lo cual la medida pasará hoy al Senado. A menos que se produzcan cambios de último minuto, la cámara alta deberá seguir el ejemplo y permitir que la prórroga entre en vigor a la medianoche del próximo lunes.

Los diputados conservadores del presidente Jacques Chirac, respaldado por sus aliados centristas, promovieron la aprobación de la medida. Los socialistas, en cambio, se opusieron, argumentando que las medidas de emergencia no eran necesarias porque la violencia ha cedido.

El ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy, defendió en la Asamblea Nacional su iniciativa, alegando que aún "no se ha alcanzado nada definitivo". La violencia es apoyada "por gente dedicada a la criminalidad y que se resiste a la voluntad de la República de restablecer el orden y el derecho en su territorio", afirmó. "Entre el 75 y el 80 por ciento de los detenidos son viejos conocidos de la policía por sus actividades criminales", aseguró.

Mientras tanto, el primer ministro Dominique de Villepin realizó ayer una visita inesperada a un suburbio de París sacudido por la violencia. Villepin viajó a Aulnay-sous-Bois, al noreste de la ciudad, y se reunió con residentes, maestros y líderes de negocios. Esta fue su primera incursión en un área afectada por los disturbios, provocados por jóvenes que sienten que están excluidos de la sociedad francesa.