Patagonia: la pesca en los lagos de Chubut

Los ríos y arroyos del sur del país atesoran salmónidos preciados por los pescadores deportivos de todo el mundo. Datos en el inicio de la temporada que se extiende hasta mayo

María Inés del Arbol

La Comarca de los Alerces es uno de los principales destinos para la pesca con mosca, ya que gracias a los excelentes ambientes que propone y la baja presión que se ejerce sobre ellos asegura experiencias únicas a todos los viajeros y amantes de la pesca que lleguen hasta sus ríos y lagos.

Son las 4.30 de la mañana. El sol es una promesa que se hará esperar algunas horas. El pronóstico dice que el clima va a ser amable con esos pequeños grupos de gente que ya están levantados a la madrugada emprendiendo su camino. ¿Camino a dónde? Al agua, que en la primavera cordillerana de la provincia de Chubut es la protagonista principal de variadas experiencias.

A diferencia de otros destinos patagónicos, Esquel, la ciudad más importante de la región, no está recostada sobre grandes ríos o lagos extensos. Sin embargo, su posición estratégica la convierte en la puerta de entrada para explorar la Comarca de los Alerces y el sur de Chubut, que concentran el cuarenta por ciento de los pesqueros de la Región de los Lagos y se extiende hasta el centro de la provincia de Neuquén.

Los primeros movimientos de la madrugada corresponden a los diversos grupos de mosqueros que van a dejar por unas horas el alojamiento en Esquel para internarse en los paisajes de notable perfección estética que distinguen al Parque Nacional Los Alerces.

Se trata de un recorrido de apenas treinta y siete kilómetros en el que se remontan casi quinientos metros de desnivel, para llegar a un sistema de más de una docena de lagos y ríos interconectados. Ellos son territorio escogido por distintas especies tales como percas, truchas y otros salmónidos para habitar y, por eso mismo, son destino habitual de pescadores de todo el mundo.


Pistas
La salida tiene como destino el río Rivadavia, un curso de agua que corre de norte a sur vinculando el lago del mismo nombre que se encuentra en la cabecera norte del Parque Nacional Los Alerces con el lago Verde, quizás el más bello de la Comarca.

El río Rivadavia tiene poco menos de diez kilómetros de recorrido en los que se suelen encontrar un gran número de piezas.

Algunos de los guías cuentan jornadas con treinta piques de piezas que superan los cincuenta y seis centímetros de largo.

Lo mejor de este pesquero es que en un solo día otorga la chance de aprender o desarrollar distintos estilos de pesca: desde el uso de mosca seca hasta el de ninfas, embarcados o con los waders puestos para explotar los mejores rincones del río. ¿Cuáles? Por ejemplo, la boca del río, cuya costa se ve poblada habitualmente por un nutrido grupo de deportistas y aficionados que suelen acampar en el camping Bahía Solís, casi un reducto exclusivo para pescadores en algunos momentos clave de la temporada.

El Canal es otro sitio destacado, un arroyo que baja de la montaña en el que es posible cruzarse con truchas arco iris de entre dos y medio y cinco kilos. Este pequeño afluente no es tan generoso en la cantidad como el río, pero siempre entrega piezas fascinantes.

Dentro del mismo parque, pero llendo hacia el sur y a dos horas de navegación desde la ruta setenta y uno que atraviesa el área natural, se encuentra el lago Krugger. Junto al río Frey, donde desagua, configura uno de los pocos ambientes en los que se pueden obtener cuatro de las más importantes especies de salmónidos: las Truchas Arco Iris, Marrones y Fontinalis, a las que se suma el esquivo Salmón Encerrado.

Las orillas del lago son ideales para el fly cast, especialmente en algunas zonas cercanas a los juncos o en las desembocaduras de algunos arroyos.

Por su parte, el río Frey ofrece un mix de rápidos, correderas y pozones profundos ideales para líneas de hundimiento que aseguran diversión para todos los amantes aficionados o profesionales del deporte del riel.

Fuera de la pesca, llegar desde la Intendencia del parque nacional hasta el lago Krugger tras una caminata de casi doce horas es una propuesta perfecta para quienes busquen combinar la pesca con el trekking.


Alrededor de Esquel
Además de las salidas de pesca al parque nacional, la propia ciudad de Esquel está rodeada de cursos de agua más cercanos donde la pesca es una opción destacada.

El arroyo Pescado, la laguna Willmanco, el arroyo Nant y Fall y los ríos Corintos y Futaleufú conforman un variado menú.

Las aguas cristalinas, la poca presión de pesca en los ambientes y la organización de los servicios auxiliares y específicos en pesca deportiva, entre otros factores, hacen de la región un lugar ideal para la pesca deportiva.

La temporada comienza habitualmente los primeros días de noviembre de cada año y finaliza el 1º de mayo, aunque existen algunos sitios en los que está permitida la pesca durante todo el año.

Para saber exactamente qué es lo que se puede y lo que no se debe hacer, lo ideal es consultar el reglamento de pesca que se entrega al adquirir la licencia y que se puede bajar de internet (www.aapm.org.ar).

Allí se concentra la información de todas las provincias patagónicas, que incluye un listado de ambientes donde se encontrarán los datos necesarios para pescar correctamente, tales como modalidades permitidas, límites de captura, etcétera.

Porque si la máxima emoción que ofrece la pesca deportiva es la captura de una pieza importante, la responsabilidad en cada salida es la única manera de asegurar que esas sensaciones se vuelvan a vivir una y otra vez.

Las orillas de los lagos, de los arroyos, cada lugar es explotado por un tipo de pesca específico y está abierto para que disfruten sedentarios y caminantes.