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domingo,
13 de
noviembre de
2005 |
El contexto
opositor de la
nueva cúpula
La dura carta pastoral difundida ayer por el Episcopado muestra el perfil que adoptará la nueva cúpula eclesial elegida la semana pasada en Pilar y que encabeza el cardenal Jorge Bergoglio. El documento expresa la preocupación de la Iglesia por la cuestión social y critica algunos aspectos del gobierno de Néstor Kirchner.
La referencia de los obispos a la dictadura militar y el pedido de "no hacer una lectura parcial de la historia" llegan en momentos en que el gobierno se muestra especialmente preocupado por la política de derechos humanos. La relación entre gobierno e Iglesia quedó resentida este año luego del desplazamiento del obispo castrense Antonio Baseotto, a quien el Ejecutivo no le reconoce el cargo pero la curia local sí hasta tanto no haya una decisión en contrario del Vaticano.
Si bien el tema no está tratado directamente en la carta difundida ayer, un párrafo referido a la libertad religiosa parece hacer alusión al conflicto cuando se habla de "resoluciones y gestos impropios de la autoridad civil cuando invaden un fuero que le es ajeno".
"Puede parecer extraño preguntarse hoy por la libertad religiosa en Occidente y en la Argentina. Pero sobran señales de una presión desmedida de muchos medios y de entes internacionales que justifica preguntar si la libertad de la Iglesia a enseñar y practicar la propia doctrina es siempre respetada", comienza ese párrafo.
En cambio, el texto no hace referencia a la educación sexual, tema que originó una fuerte polémica entre el ministro de Salud, Ginés González García, y el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer.
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