Balean a dos empleados de un comercio en Génova y Cullen

Un asaltante muerto y un policía preso tras fallido robo a una distribuidora

Un trío de maleantes armados, entre los que había un agente de la 21ª, fue repelido por un guardia

Leo Graciarena / Ovación

El intento de asalto a una distribuidora de golosinas ubicada en los confines de Empalme Granderos tuvo un desenlace sangriento y también sorpresivo. Un vigilador y un empleado del comercio fueron baleados, un delincuente murió dentro del local, otro logró escaparse y un policía en actividad fue detenido por su presunta participación en la banda. Anoche, los dos trabajadores heridos estaban internados y en estado reservado, mientras que las principales autoridades de la Unidad Regional II se pusieron al frente de la investigación de un hecho que cerró un sábado trágico.

  La distribuidora está ubicada a metros de Génova y Cullen, casi en el límite de los barrios Empalme Graneros y Larrea. Eran las 19.50 cuando los empleados del local hacían el arqueo de cajas y embalaban la mercadería para cerrar tras un movido día de trabajo. En ese momento sucedió lo menos deseado. Dos ladrones entraron a robar aprovechando que Sergio Vivero, de 18 años y empleado del comercio, ingresaba por una puerta lateral. Los maleantes se avalanzaron detrás de él y, según confió una fuente de la investigación, uno de los ladrones le disparó por la espalda sin que mediara advertencia alguna. La detonación alertó al empleado de vigilancia.

  José Argentino Orrego es un policía jubilado que se desempeña como agente de seguridad privada. El hombre no se amilanó después de escuchar el balazo y se enfrentó a tiros con los ladrones. Entre gritos de desesperación de los empleados, se vivió un duelo a sangre y fuego. Tras un breve intercambio, el vigilador terminó herido con un impacto en el tórax y otro en una de sus manos. En tanto, uno de los maleantes, de 25 años, cayó muerto con un disparo en el rostro. El piso quedó regado de vainas calibre 9 milímetros.

  Tras ello, las sirenas de los móviles policiales alteraron la noche de sábado en Empalme. Cuando los efectivos llegaron se encontraron con los dos empleados heridos y el maleante, que al cierre de esta edición no había sido identificado, sin vida. “Hoy no es un buen día”, explicó uno de los investigadores. “Los choros están muy agresivos”, sentenció antes de recordar la persecución que por la tarde terminó con un ladrón muerto en el parque Oeste (ver página 38).

  Al reconstruir lo ocurrido, los pesquisas supieron que otro de los delincuentes había logrado escapar y poco después, en Carrasco al 1900 apresaron a quien sería uno de los buscados. “Efectivos de la Brigada de Investigaciones detuvieron al agente Ariel Martín Alejandro Nievas, quien actúa en la seccional 21ª, como sospechoso de haber participado en el intento de robo calificado en la distribuidora”, dijo el subjefe de esa dependencia de la Unidad Regional II, Marcelo Villanúa. Así, oficializó lo que era un fuerte rumor: hay un policía entre los integrantes de la banda que intentó robar la distribuidora de Génova y Cullen.

  Nievas tiene 25 años y estaba siendo investigado por sus pares antes de que lo vincularan al ataque de ayer. Fue detenido pocos minutos después del hecho en Carrasco al 1900 cuando iba a bordo de su Ford Falcon verde con vidrios polarizados.

  Se le secuestró su arma reglamentaria, que parecía haber sido disparada recientemente, y un teléfono móvil con manchas de sangre. El agente quedó incomunicado a disposición de la jueza de Instrucción Raquel Cosgaya quien lo indagará mañana.

El herido es ingresado al Heca.