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domingo,
13 de
noviembre de
2005 |
Un episodio casi calcado que aún espera sentencia
En abril de 2002, un camionero mató a Cristian Espinosa porque lo vio robando en su vehículo
El episodio ocurrido la madrugada de ayer en Francia al 5800 tiene ribetes similares a un hecho que se desencadenó la noche del 11 de abril de 2002 en Vera Mujica al 3400. Ayer, la víctima fatal fue Emanuel Vechio, de 16 años; hace tres años, el muerto fue Cristian Espinosa, de 20. Por este nuevo episodio se inicia un largo camino de investigación. Por el perpetrado tiempo atrás, la Justicia aún no dictó sentencia.
El 11 de abril de 2002 Sergio Ricardo Boja tenía estacionado su camión cargado con mercaderías frente a su casa de Vera Mujica al 3400. En un momento escuchó ruidos en la puerta y salió con una escopeta en sus manos presumiendo que alguien estaba robando en su vehículo. Vio a un par de pibes y disparó. Un balazo impactó de lleno en la ingle de Cristian Espinosa, quien cayó gravemente herido y murió poco después en el Heca.
La investigación siempre fue compleja y entreverada. Boja sostuvo desde el primer momento que Espinosa estaba armado y con otro muchacho. Pero jamás fue hallado ese otro joven y mucho menos el arma. El camionero contó que los descubrió mientras intentaban sustraerle cosas de su camión estacionado y que cuando salió a la puerta, uno de los muchachos le apuntó con un arma. En ese momento, dijo, la escopeta que portaba se disparó accidentalmente al rozar las rejas de hierro que protegen el frente de su domicilio. Pero la familia de Cristian acusó al camionero de haber fusilado a su hijo, quien -de acuerdo a ellos- se detuvo junto al camión para orinar sobre una de las ruedas. Se basaron en testimonios que recogieron en el lugar y denunciaron que Boja contaba con protección policial.
Dos meses después del hecho, el juez de Instrucción Osvaldo Barbero liberó a Boja y le dictó el sobreseimiento convencido de que el camionero no mintió y que actuó en defensa propia. El magistrado dio por cierto que Espinosa estaba robando, que iba armado y que apuntó al dueño del vehículo. Pero la fiscal Cristina Rubiolo cuestionó la decisión del juez y la Cámara Penal revocó el fallo de Barbero. Además, ordenó al magistrado que profundizara la investigación y reconstruyera el hecho.
Tras realizar la medida solicitada por la Cámara, Barbero ratificó el sobreseimiento de Boja, de quien dijo, "actuó en legítima defensa". Pero la fiscalía reiteró la apelación y la Cámara Penal revocó una vez más el fallo. Por eso Barbero se apartó del expediente, que recayó en manos de Adolfo Prunotto Laborde.
El nuevo magistrado realizó otra reconstrucción del hecho y en agosto de 2004 elevó la causa a juicio bajo la figura de "homicidio simple con dolo eventual". Asimismo, el magistrado dio por cierto en su resolución que Cristian estaba robando junto a otro sujeto.
Así, mientras Boja espera la resolución del juicio en libertad, la madre de Cristian, Nora Ojeda, se sumó al reclamo de los Padres del Dolor y pide que "condenen y encarcelen al camionero".
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