El Papa beatifica a la fundadora de las carmelitas

El Papa Benedicto XVI beatificará hoy a la fundadora de las religiosas carmelitas de Santa Teresa del Niño Jesús, la italiana María Crocifissa Curcio, en una ceremonia que se realizará en el Vaticano.

La religiosa nació en 1877 en Ispica, Sicilia, en el seno de una familia noble que la educó de acuerdo a la posición social de la época, pero ello no limitó su marcada inclinación hacia la lectura de libros religiosos.

Pero un día, en que se sumía en la búsqueda del conocimiento espiritual, cayó en sus manos un texto que relataba la vida de Santa Teresa de Jesús, que marcó el despertar y el comienzo de su vida religiosa.

Años más tarde, la propia Rosita, como la llamaban, escribió: "Este libro es un rayo de luz que iluminó mi alma y me abrió nuevos horizontes".

En 1893 ingresó a la Orden Tercera del Carmen y profesó con el nombre de María Crocifissa porque quería que su vida estuviera "crucificada con Cristo".

A los 20 años fue nombrada priora de la Orden Tercera del Carmen, cargo que ejerció hasta 1908, y en ese período se dedicó con ahínco a estudiar la vida de los santos y la historia del Carmelo. En ese ámbito fue creando su propia espiritualidad, cuyo eje central estaría formado por la Trinidad y la Cruz.

Luego formó un taller de oración en su propia casa y en ese marco surgió la idea de fundar una comunidad religiosa.

Sor María Nerina De Simone, religiosa de la congregación fundada por Rosita, recordó que se las conocía como "monjas obreras" porque vivían con lo indispensable e iban casa por casa a buscar a los niños para llevarlos a la catequesis.

Además ofrecían una escuela gratuita y se dedicaban incansablemente a las chicas que recibían en el convento, comentó la monja.

Destacó que su figura "tiene mucho que decirnos a todos nosotros, que tenemos la tentación de concentrar la atención en la imagen y el poder, y con su ejemplo podemos aprender a vivir en el Espíritu y no evadirnos en las cosas terrenas".

Su nombre será colocado en el catálogo de bienaventurados junto al de Charles de Foucauld (1858-1916) y el de María Pía Mastena (1881-1951), fundadora de la Congregación de las Religiosas del Santo Rostro. (Télam)