Cuffaro Russo, en incómoda situación

Con el devenir de los minutos del partido, el murmullo de los canallas mutó por voces de bronca, teñida de insultos y con Ariel Cuffaro Russo como principal destinatario. Cuando Baldassi concluyó el suplicio con el pitazo final, el clima se enrareció y hasta los dirigentes canallas fueron recordados por otros tantos hinchas, enojados por la falta de refuerzos. Pero el epílogo de una noche aciaga fue contundente y sin medias tintas. Y fue protagonizada por el núcleo más radicalizado de la barra, que durante diez intensos y tensos minutos se estacionó en la adyacencia al vestuario local y le tributó cánticos que no dejaron lugar a duda. "Cuffaro, ganá un partido la p... q.. t. p....", fue el primer hit, que siguió con otro que ya le pedía que dejara el cargo.

Mientras ocurría esto, el técnico trataba de explicar en la conferencia de prensa su punto de vista de lo que se había visto, reunión con los periodistas en la que dejaba una respuesta también clara: "Estoy tranquilo". Para después desarrollar su confianza en que sacará a Central de esta meseta futbolística.

La presencia de José Antonio Chamot al lado del técnico era todo un síntoma de lealtad del jugador más experimentado. Otros no estuvieron. Ni dirigentes, ni Zof y tampoco los integrantes del cuerpo técnico. Y aunque no es habitual que concurran, anoche alguno de ellos debería haber estado en la conferencia. Porque deben comprender que los cuestionamientos trascienden la frontera de un técnico.

La seguidilla de resultados negativos, el malestar de los hinchas, la oposición de la barra y ciertos sondeos a otros técnicos conforman un contexto que se presenta poco propicio para Cuffaro Russo, quien anoche avisó que resiste encerrado en su convicción de poder transformar este presente que agobia y que está minado de intereses.

El presente del actual cuerpo técnico se conjuga en futuro imperfecto. Pero la pregunta ahora es otra. ¿Podrá otro entrenador modificar esta realidad con tan pocos recursos?