
|
domingo,
30 de
octubre de
2005 |
Un espacio sin controles
Los controles sobre las rutas terrestres y aéreas son ineficaces por desorganización o por falta de recursos. La provincia no tiene jurisdicción sobre el espacio aéreo. No puede controlarlo ni es su deber. Pero si quisiera hacerlo no tiene con qué. Según precisó el ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, Santa Fe no tiene "ni helicópteros ni avión hidrante". Los tres helicópteros que había fueron desmantelados "por averías o por obsoletos", comentó. El cielo de la provincia es patrimonio de la Fuerza Aérea. Desde julio de 2004 se implementó el Sistema Nacional de Vigilancia que divide al país en tres regiones: sur, centro y noreste. Esta última, catalogada como la más problemática, tiene su base en Resistencia.
Los vuelos clandestinos enfrentan, antes de llegar a la provincia de Santa Fe, sólo dos radares Westinghouse TPS43 de fines de los 70. Uno está en Resistencia y el otro en Posadas. Estos radares móviles barren una superficie cercana a los 400 kilómetros por sobre los 150 metros. Todo lo que vuele por debajo no existe. Y como si esto fuera poco, según comentó el comandante Juan Luis Michelud, jefe de la Región Aérea Noreste hasta marzo pasado, son encendidos de manera "aleatoria". Es decir, en determinados horarios y no en forma continúa. Por problemas de presupuesto y personal estarían funcionando menos de 8 horas diarias. "Muchas veces lo apagamos y el viento hace girar la antena. Entonces los pilotos piensan que está funcionando", le confió una fuente de la fuerza a un legislador provincial que lo consultó. En ese contexto se interceptaron 120 vuelos irregulares entre junio de 2004 y 2005 en la región noreste.
enviar nota por e-mail
|
|
|