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domingo,
30 de
octubre de
2005 |
Cuatro centrales en
una defensa endeble
La tan mentada línea de fondo con cuatro centrales no funcionó. Sólo disimuló sus falencias cuando Boca intentó atacar por el medio. A esa altura, Zapata y Husain ya habían hecho su trabajo y el andamiaje ofensivo xeneize llegaba casi desarmado. Pero cada vez que el equipo de Basile abrió el juego, armó un desbarajuste que terminó con los delanteros de Boca creando muchas situaciones.
La línea de cuatro zagueros que puso Pumpido le costó muchísimo contener a Palacio. Ré y Spolli fueron los que mejor se la rebuscaron, mientras que Garay tardó casi un tiempo en acomodarse y Aguirre no le encontró la vuelta casi nunca, excepto los tobillos de varios de sus rivales, con la complacencia de Favale que ni siquiera lo amonestó.
Las tan mentadas subidas de los laterales (Aguirre y Ré) fueron muy escasas. Además, contrastaron tanto con las trepadas de sus colegas Calvo y Morel Rodríguez que no merecen la pena ser analizadas.
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