Paisajismo: alfombras verdes

A nadie le resulta agradable tener en algún sector del jardín o del patio, un manchón de tierra desprovisto de vegetación. Esto ocurre generalmente en lugares sombríos como debajo de árboles tupidos, que además de no dejar pasar al sol compiten por el consumo de agua y nutrientes afectando el desarrollo de otras especies.

En los jardines urbanos que reciben poco sol porque los muros y los edificios de alrededor proyectan sombra, también se dificulta el desarrollo del césped, y quedan muchos sectores sólo con tierra. También en lugares con mucha pendiente o muy secos, el césped no resulta una buena opción.

Para estas situaciones se puede recurrir a los cubresuelos que son plantas perennes, siempre verdes, rastreras que crecen hasta 30 cm. de altura o menos. Una vez que se adaptan requieren poco mantenimiento, pero al principio necesitan más cuidados. Al igual que para el resto de las plantas, hay que elegir el cubresuelo teniendo en cuenta las condiciones de luz y de sombra que hay en el jardín, el tipo de suelo disponible y el que convenga para lograr el efecto buscado para ese lugar (si se quiere algo bien pegado al piso, con flores, o que ilumine el sector).

Mejorar el suelo ayuda a las plantas a establecerse y crecer bien. Una buena manera de preparar el terreno, una vez punteado y limpio, es agregar humus de lombriz o compost. Otro tema importante es el riego, no hay que olvidarse de dar agua regularmente a las plantas recién plantadas, sobre todo en las primeras semanas. Para ayudar a la conservación de la humedad es conveniente cubrir la superficie con astillas de madera o algún otro material de mulching que sirve además para evitar que crezcan las malezas). Algunas de estas especies son:

u Hedera helix (hiedra): enredadera leñosa con raíces adventicias (que nacen fuera de su lugar de origen) fijadoras a lo largo de los tallos. Las hojas son simples, de color verde oscuro y largamente pecioladas. Se puede utilizar como cubresuelo y como trepadora. Crece bien en la sombra, y como cubresuelo alcanza una altura de 20 a 40 cm.

u Lamiun maculatum: planta perenne con tallos erguidos, radicantes (al tocar el suelo generan raíces). Tiene las hojas con manchas plateadas, en forma de corazón y bordes crenados, rugosos y pelos cortos. Necesita sombra o media sombra. Por el color de sus hojas es una buena opción para iluminar sectores oscuros. Su altura no es mayor a 20 cm.

u Vinca minor: planta perenne, rastrera de hojas elípticas verdes. Las flores son de color azul morado. Florece desde primavera hasta otoño y se adapta bien a la sombra o media sombra. Su altura alcanza de 10 a 20 cm.

u Polygonum capitatum: planta herbácea, perenne con tallos rastreros, estoloníferos (se fijan al suelo por medio de raíces). Tiene pequeñas flores rosadas dispuestas en cabezuelas globosas. Puede ubicarse tanto al sol como en media sombra.

u Ophiopogon japonicum (pasto inglés): especie de hojas finas de color verde oscuro que forma matas de 15 a 20 cm. de altura. Es ideal para sombra o media sombra. Se utiliza tanto para bordear caminos o canteros como para plantar debajo de árboles.

u Ajuga reptans: herbácea perenne, estolonífera cuya altura no supera los 15 cm. Las flores son cortas espigas de color azul que aparecen a fines de invierno y en primavera. Crecen bien en sombra o media sombra. La variedad de hojas color púrpura necesita más sol para mantener el color.

u Glechoma hederacea: planta perenne rastrera de hojas con forma de riñón y flores violáceas. Su altura es de 15 cm. Crece bien en media sombra o sombra liviana. Hay una variedad que presenta las hojas con bordes blancos y que puede ubicarse al sol.

Jorgelina Rinaldi

Paisajista

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