En Foco. La economía del día después

Despejado el escenario electoral, y sobre todo la incertidumbre respecto del respaldo del electorado al gobierno de Néstor Kirchner, las discusiones sobre la economía que se viene están a la orden del día.

La Unión Industrial Argentina (UIA) y la Confederación General del Trabajo (CGT) se adelantaron a tomar protagonismo con una reunión realizada el mismo lunes para reiniciar el diálogo en pos de una suerte de pacto social que establezca un sendero testigo para las discusiones salariales y la puja por la distribución del ingreso.

A diferencia de otras ocasiones, cuando impugnó ese tipo de acuerdo corporativo, esta vez el gobierno pareció dar un silencioso aval a las conversaciones, al menos hasta ver más claramante el rumbo que tomará esta voluntad de pacto y hasta dónde el diálogo de los caciques puede operar desde la realidad. Si durante buena parte del año se asistió a una seguidilla de conflictos salariales protagonizados por trabajadores no alineados a la conducción cegetista, sobre el final de 2005 se percibe, con algunos casos testigos en el cordón industrial rosarino o en sectores bancarios y comerciales de la ciudad, que hay empresarios de telegrama fácil que no parecen dispuestos a alinearse detrás de la paz social que proclama la UIA.

Como sea, el Ministerio de Economía no gastó más tiempo en monitorear estas cuestiones que en reunirse con empresarios de distintas extracciones para delinear esquemas de incentivos a la inversión privada, que entiende es la llave para superar el cuello de botella productivo causante de la inflación. Llamado a silencio y en medio de distintos rumores, el ministro está obsesionado con mantener los principales indicadores bajo control.

En materia de deuda, tanteó el mercado con la postergada colocación de los Boden 2015, que salió airosa merced a la misma participación de los bancos oficiales. En materia de precios, le propuso al presidente un recorte del gasto público que Kirchner le bochó, y le puso presión a uno de los artículos más sensibles al gusto popular: la carne.

Otro funcionario oficial, el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), Alberto Abad, inauguró las presentaciones parlamentarias tendientes a acelerar el tratamiento del proyecto de presupuesto 2006, que Economía considera urgente como fórmula de marcar la cancha a las expectativas para el año próximo.

La suba del dólar, aplaudida como funcional al plan económico, comenzó a despertar sobre el fin de semana algún alerta en la medida en que suba más allá de lo pretendido.

De todos modos, el propio Lavagna deberá todavía acomodarse al nuevo escenario de un presidente plebiscitado y sin ningún otro padrino a la vista.