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sábado,
29 de
octubre de
2005 |
Intentando poner paños fríos
Varios dirigentes han intentado rebajar la tensión causada por las afirmaciones de Ahmadineyad. El ex presidente iraní Akbar Hashemi Rafsanyani aseguró en su prédica de los viernes que Irán respeta a los judíos y al judaísmo. Rafsanyani, que se opone a la línea dura de Ahmadineyad, añadió: "Nosotros sólo tenemos problemas con círculos sionistas en Israel que consideramos responsables de la supresión de la nación palestina". A su vez, la embajada iraní en Moscú buscó suavizar el efecto de los comentarios de Ahmadineyad, un elocuente ex alcalde de Teherán con escasa experiencia diplomática, que llegó al poder el año pasado gracias al fuerte apoyo que recibió de los pobres. "El señor Ahmadineyad no tuvo intención alguna de hablar en términos ta duros y entrar en un conflicto", dijo al embajada en un comunicado, la primera reacción oficial a la indignación occidental. Moscú alberga una de las embajadas iraníes clave y la República Islámica se ha valido de ella para referirse a asuntos de política exterior. Las declaraciones del presidente iraní fueron condenadas incluso por los propios palestinos, cuyo jefe negociador Saeb Erekat dijo que eran "inaceptables" en vista de que los palestinos "han reconocido al Estado de Israel".
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