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sábado,
29 de
octubre de
2005 |
El máximo consejero de Bush, a salvo por ahora
La Casa Blanca respiraba ayer aliviada sólo por un dato: Karl Rove, máximo asesor y arquitecto de las campañas presidenciales de Bush, no fue acusado en el marco del Ciagate, que lo tiene como a uno de sus principales protagonistas. Sin embargo, la oficina del fiscal Fitzgerald le informó al abogado de Rove que los investigadores aún no terminaron su pesquisa sobre el comportamiento del subjefe de gabinete de la Casa Blanca. La falta de acusación contra Rove es un resultado mixto para el gobierno. Por un lado mantiene en su puesto al consejero más importante del presidente, pero al mismo tiempo el riesgo legal que enfrenta Rove deja a Bush y a su equipo trabajando en problemas como la guerra en Irak, la vacante en la Corte Suprema y la caída de la popularidad presidencial bajo una nube de incertidumbre. Rove, que declaró cuatro veces ante el gran jurado, ya ha suspendido algunas de sus tareas políticas, como la de ofrecer discursos en recaudaciones de fondos, aunque aún está inmerso en sus actividades de subjefe de gabinete de la Casa Blanca.
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