Una experiencia de integración en las aulas

Aprender de a dos es más fácil

Marcelo Abram / La Capital

Desde hace ochos años, y en forma ininterrumpida, los alumnos de la Escuela Especial Santa Mónica de San Lorenzo cultivan una huerta en el predio de la Escuela Agrotécnica de Ricardone. El impulso de este trabajo lo da un proyecto que ha logrado un vínculo más allá de lo formal entre los alumnos, achicando al máximo las diferencias previas.

Al principio, el pedido de la Escuela Santa Mónica de San Lorenzo a la Agrotécnica Nº 383 Julio Maiztegui, se limitaba a la necesidad de contar con un predio y asesoramiento para que sus alumnos pudieran desarrollar una huerta; sin embargo, ahora la realidad ha superado esos primeros objetivos, y la huerta es hoy una excusa aglutinadora de vivencias entre los integrantes de ambas comunidades educativas. Además, por estos días, el trabajo se ha extendido a otros sectores de la comunidad, como por ejemplo un hogar de ancianos donde los abuelos y los alumnos ya cultivan su propia huerta en forma conjunta.

En el año 1997, las autoridades de la Escuela de Ricardone cedieron un predio de alrededor de cien metros, para la Escuela Santa Mónica, cuyos directivos buscaban una capacitación para sus alumnos que en un futuro les permitiera una salida laboral, pero además los alumnos del último año actuaron como formadores, asesorando a docentes y alumnos para la concreción de la iniciativa.

Desde ese momento, y en forma continuada, la huerta en la que se cosechan acelga, rabanitos, lechuga, habas, maíz y pimientos, ha pasado a ser motivo de orgullo de todos los que en ese momento pensaron en un proyecto integrador que derrumbe barreras y preconceptos sobre diferencias a priori.

Los alumnos de Santa Mónica no interrumpen el trabajo en la huerta durante el verano, y en esa época, además de los docentes, los propios padres participan del cuidado de los sembrados. También, este año se decidió buscar una integración con el resto de la comunidad, y se comenzó a trabajar con el hogar de ancianos "Los abuelos de San Lorenzo", y ya en un terreno de la propia institución se cultiva otra huerta.

Precisamente, esta decisión de integrar el proyecto "Trabajemos juntos a la comunidad" ha hecho que la iniciativa haya sido preseleccionada para competir en el concurso de escuelas solidarias que organiza la Presidencia de la Nación.

María del Carmen Reynoso, directora de la Escuela Especial Santa Mónica, dice: "Nos propusimos brindar un saber hacer a la comunidad, por eso nos integramos al hogar de ancianos", y agregó: "Lo fundamental es la estructura que ambas instituciones han mantenido a lo largo de estos años para que se haya hecho posible el proyecto".

Acerca de la mecánica de los trabajos conjuntos la directora aseguró: "Este es un proyecto en el que trabajan quienes los desean, por eso cada año, personal de nuestra escuela toma contacto con los chicos de la Agrotécnica, para interiorizarlo no sólo del proyecto de la huerta, sino de nuestra trabajo con nuestros alumnos, después ellos mismos nos visitan, y participan de una jornada de integración, que hasta ahora han resultado todas muy positivas".

Por su parte, Nora Botti, docente de la Santa Mónica, sostuvo: "Nuestros chicos aprendieron a trabajar en la huerta, pero creo que los alumnos de la Agrotécnica también aprendieron de la dedicación y al amor al trabajo con que los nuestros encararon el proyecto", y añadió: "Por su edad adolescente los chicos de Ricardone no tenían un gran compromiso con la huerta, pero nuestros alumnos son muy concentrados en efectuar las consignas que les repetimos, y ellos mismos pudieron ver como nuestra huerta que daba cada vez más linda".

Además, Botti dio detalles de la convivencia y sostuvo: "Era realmente notable verlos intercambiar bromas por los equipos de fútbol del que simpatizan o hablar de música, en un plano de absoluta igualdad".

Según los directivos la Escuela Julio Maiztegui, la integración favorece los propios objetivos de la institución. "Actuar como formadores es una práctica muy interesante para los chicos del último año, que precisamente están abocados a todo lo que tiene que ver con el trabajo en las huertas", sostuvo al respecto Miriam Romagnoli, vicedirectora de la escuela. Según consideró, el objetivo que tienen como educadores "no es sólo la formación de técnicos sino de alumnos que puedan integrarse solidariamente con el resto de la comunidad, y en este caso se sienten realmente protagonistas de un proyecto solidario".

Huerta en común. Trabajan alumnos de San Lorenzo y Ricardone.