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miércoles,
26 de
octubre de
2005 |
Medicina orthomolecular: en busca del equilibrio perdido
La medicina orthomolecular propone el mantenimiento del equilibrio del organismo y la prevención de enfermedades con métodos naturales basados en un plan alimentario, actividad física y la ingesta de nutrientes.
Esta forma de entender el cuidado de la salud (sus seguidores aseguran que no se trata de medicina alternativa) basa sus acciones en la prevención. Alberto Concolino, médico especialista en medicina orthomolecular, quien estuvo en Rosario donde disertó sobre esta temática, afirmó que no se trata sólo de una cuestión científica sino de un "concepto de vida, de entender a la salud desde una mirada 100% preventiva".
"El tratamiento que propone se basa en tres claves: la alimentación, los ejercicios aeróbicos y anaeróbicos y la incorporación de antioxidantes. Apuntamos al equilibrio porque consideramos que las enfermedades se pueden impedir o detener", afirma Concolino.
"Ortho" es una palabra griega que, justamente, significa equilibrio. "Nosotros hablamos de equilibrio bioquímico o molecular", agrega Concolino. "Cada cosa que nos pasa tiene su correlato químico, porque el organismo es un gran laboratorio. Comemos por reacciones químicas, digerimos por reacciones químicas, dormimos y caminamos por las mismas razones, y si no está bien comandado, el organismo se desordena. Hay que entender, además, que cada célula es un laboratorio en sí mismo, por eso, mantener el orden suele ser complejo, aunque no imposible".
La medicina orthomolecular tiene identificados a los responsables del deterioro. Se trata de los radicales libres. "Su exceso produce el envejecimiento celular. Las células envejecen o se deterioran por este mecanismo y aparecen las enfermedades crónicas, como la diabetes, la obesidad, el hiper o hipotiroidismo, el Alzheimer, o problemas degenerativos como el cáncer, la artrosis o la artritis", explica el profesional.
Si bien los radicales libres se producen "solos, cuando respiramos", por tratarse de compuestos biológicos derivados del oxígeno o del óxido nítrico, algunas situaciones externas los potencian o multiplican, como la incorrecta alimentación, la vida sedentaria y el ejercicio desmedido, el alcohol en abundancia, el cigarrillo, la exposición a radiaciones solares, algunos medicamentos, la interacción de medicamentos, la intoxicación con metales pesados ("más común de lo que creemos"), señala.
"Como estamos bombardeados por un montón de cosas, independientemente de las que hacemos mal, es necesario recuperar el equilibrio. En general actuamos tardíamente, cuando aparecen los problemas.
Antioxidantes
"La buena noticia es que la medicina orthomolecular cuenta con herramientas para ganar la batalla", dice con entusiasmo Concolino. "Existen una enorme cantidad de antioxidantes que podemos usar para actuar en ese sentido, además de un programa alimentario que no significa restricciones o prohibiciones, ni que hay que comer feo y sin sal". Después de una primera consulta que dura no menos de tres horas en las que se confecciona una completa historia clínica y se realizan pruebas de laboratorio específicas (análisis orthomoleculares) "se tiene un panorama completo y se puede diseñar un programa único y exclusivo para esa persona en base a los pilares que citamos y que son la comida, el movimiento y la incorporación de antioxidantes". En el caso que quien consulte ya viene con una patología diagnosticada previamente, trabajamos orientados hacia el problema", señala.
"La medicina orthomolecular vuelve a tratar al ser humano como un todo, de una manera holística, y eso ya, de por sí, genera una diferencia", subraya finalmente Concolino.
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