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miércoles,
26 de
octubre de
2005 |
Comprobaciones clínicas
Para lograr la fabricación nacional es urgente completar las comprobaciones clínicas con los voluntarios que se anotaron en el programa. En este estudio deben participar 950 personas sanas que no estén vacunadas de entre 15 y 65 años. Distribuidos al azar, un grupo recibirá las dosis que quedaron de la Candid I estadounidense y otro las nacionales.
Una vez cumplidos los pasos que determina el protocolo se romperán los códigos secretos y se podrán comparar resultados. La autorización y el registro depende de la ANMAT, el destinatario de los datos que arroje el estudio final que estaría listo en un año. Si se otorga la licencia estará disponible y se reiniciarían las campañas de vacunación, pero estiman que esto sucederá recién en 2007.
Ya se concretó la primera etapa del estudio con la admisión de 1.200 voluntarios. En estos días comienza la segunda etapa durante la cual se aplicará la vacuna. Luego restan dos controles más para verificar el desarrollo de los anticuerpos. El trabajo con los voluntarios debe terminarse a fin de año. Pero para que el estudio sea un éxito quienes se comprometieron deben llegar hasta el fin, es decir, someterse a todos los controles que exige el protocolo.
"Ahora dependemos de que la gente nos apoye en esta etapa para que se apruebe y se registre la vacuna", dijo la directora del Maiztegui, cabeza de un equipo que trabaja horas extras sin cobrar un centavo. "Tenemos la gran chance de que la enfermedad pase a ser un recuerdo", afirmó Enría.
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