Sigue la euforia en la Rosada por la voz de las urnas

Funcionarios kirchneristas no quisieron hablar de reelección

Tanto Alberto como Aníbal Fernández dejaron esa posibilidad en manos de "una decisión de Kirchner"

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro del Interior, Aníbal Fernández, se distanciaron ayer de las especulaciones sobre una posible reelección de Néstor Kirchner en el 2007, a pesar del "auspicioso" resultado electoral que obtuvo el oficialismo.

Alberto Fernández remarcó que el "esfuerzo" que realizó el kirchnerismo para estos comicios no fue pensando en la reelección, "sino exclusivamente con miras a gobernar estos dos años que quedan" y dejó en claro que la eventual postulación en el 2007 será "una decisión de Kirchner".

Tras reiterar que "lo más importante es que en estos dos años que quedan podamos dejar forjados los cimientos de un país normal", el jefe de Gabinete resaltó que "el resto es alquimia política y para este gobierno no es bueno ejercerla".

Aunque en las últimas semanas de la campaña se había diluido la idea del "plebiscito" presidencial, el triunfo electoral del kirchnerismo permitió que los Fernández reflotaran la "legitimidad" del mandatario, que llegó al poder con el 22 por ciento de los votos.

En declaraciones a la prensa, el ministro del Interior admitió que la necesidad del gobierno "era exhibir que (Kirchner) era un presidente legitimado por la sociedad" y, según evaluó, se ha conseguido.

"Le quiere llamar plebiscito, legitimación o gesto de confianza, como le parezca, pero la realidad es que ha sido legitimado", remarcó el funcionario.

Sobre este punto, insistió: "Hoy se legitima lo que nosotros sabíamos que estaba legitimado, que era la relación con la sociedad; pero cada vez que uno se exhibiera como tal, le iban a andar sacando aquel dato de la primera vuelta, porque no se pudo concretar la segunda, y le iban a terminar diciendo que tenía el 22 (por ciento de los votos)".

En ese marco, la senadora electa por el PJ bonaerense Hilda Chiche Duhalde consideró que "ahora el desafío del presidente es cumplir" porque, según afirmó, "ya no puede decir más que no tiene el respaldo, ahora tiene que ejecutar".

Para Aníbal Fernández, la discusión por la reelección todavía está "muy lejos" e instalar el tema desde ahora sería "hasta irrespetuoso para con la sociedad".


"Dos años son treinta siglos"
"En la Argentina dos años son 30 siglos, de esas cosas no se podría hablar criteriosamente y el presidente ni en privado hablaría de una cosa de esa característica", afirmó.

Lejos de la autocrítica que anteayer ensayó Rafael Bielsa, que se ubicó como el "único culpable" del tercer lugar del Frente para la Victoria en la Capital Federal, Alberto Fernández evaluó como "auspicioso" el resultado obtenido en el distrito porque, según recordó, "en la anterior elección el peronismo había obtenido el 1,9 por ciento".

"Por supuesto que si usted me quiere decir si hubiese preferido ganar, no tenga ninguna duda, pero tampoco me siento en esto como que hemos hecho una elección desastrosa", relativizó.

Chiche también realizó una evaluación sobre la elección, pero prefirió restarle importancia a la derrota porque, según afirmó, "no iba con la esperanza de ganar" sino que "iba por cuestiones más profundas, quería hacer una campaña digna, una campaña con propuestas".

Alberto Fernández pretende "un país normal".