Murió el teniente general Brinzoni, ex jefe del Ejército

El militar, de dudosa vocación democrática, fue echado del cargo en el 2003 por el presidente Kirchner

El teniente general (R) Ricardo Guillermo Brinzoni, ex jefe del Ejército durante el mandato de Fernando de la Rúa y los primeros días del gobierno de Néstor Kirchner, murió ayer víctima de un cáncer de páncreas, confirmaron fuentes militares y de Defensa.

Brinzoni, de 60 años, estaba casado con Lidia María Rosa Odino, con quien tuvo tres hijos y dos nietos. Sus restos son velados en el Regimiento I de Patricios en el barrio de Palermo y serán inhumados hoy en un cementerio privado.

Brinzoni había egresado del Colegio Militar como subteniente de Artillería, a fines de 1964, y luego fue paracaidista militar.

En diciembre de 1999, alcanzó la máxima jerarquía en el Ejército de la mano de Fernando de la Rúa, cuando éste inició su inconcluso mandato presidencial.

Durante su gestión, tanto Brinzoni como el entonces ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, fueron acusados ante la Justicia por presunto fraude contra el Estado en casi 15 millones de pesos, ejecutado a través de contratos para reacondicionamiento y equipamiento de tanques, y otras compras.

El militar había sido denunciado por participar en la llamada Masacre de Margarita Belén, como secretario de la intervención militar en el Chaco, y también fue denunciado por defraudación al Estado.

Fue echado, junto a otros 27 generales, de la conducción del Ejército por Kirchner el 28 de mayo de 2003, en lo que resultó ser su primer gesto de autoridad.

En el acto por el Día del Ejército, realizado en el Colegio Militar de El Palomar, cuando su destitución ya era un hecho, Brinzoni protagonizó un recordado contrapunto con Kirchner, cuando denunció una "vuelta riesgosa de las intrigas políticas sobre los cuarteles" y manifestó que le dolía "la despedida" por las "circunstancias inexplicadas" en que fue resuelta.

Kirchner le respondió que "analizar y caracterizar las conductas del poder político no es función que le corresponda a un militar" y agregó que quería "Fuerzas Armadas comprometidas con el futuro, no con el pasado".

Entonces puso en su lugar al actual jefe de Estado Mayor, general Roberto Bendini, a quien conoció en Río Gallegos.

Brinzoni, junto a otros 31 militares, fue responsabilizado por el fusilamiento de 22 presos en Margarita Belén, ocurrido el 13 de diciembre de 1976, a poco de iniciada la dictadura militar, aunque la Justicia nunca pidió su detención.

Brinzoni se defendió diciendo a un diario chaqueño que el incidente "fue una operación militar para eliminar terroristas".

El director del diario provincial "Crisol", Ricardo Eulogio Brizuela, denunció además que Brinzoni lo había "amenazado" en 1976, advirtiéndole que correría la misma suerte si seguía reclamando por periodistas desaparecidos.

Por esta y otras razones, Brinzoni era un militar seriamente cuestionado por organismos de derechos humanos.

Sin embargo, la masacre de Margarita Belén no fue la única denuncia contra Brinzoni, quien también quedó atrapado en una polémica cuando participó del sepelio del ex dictador Leopoldo Galtieri, a quien despidió con honores militares.

El entonces jefe del Ejército dijo que Galtieri "en épocas de convulsión y desencuentros entre los argentinos actuó y decidió según sus convicciones" y advirtió que la gestión del conductor de la guerra de Malvinas "ya está en la historia".

Por último, debió despedir a su abogado cuando trascendió que se trataba de Juan Enrique Torres Bande, apoderado del Partido del Nuevo Triunfo, que presidía el neonazi Alejandro Biondini.

Brinzoni reivindicó al genocida Galtieri.