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miércoles,
26 de
octubre de
2005 |
Denuncian por abuso a un
técnico de hockey infantil
El entrenador es rosarino y tiene 50 años. Fue imputado por la madre de una nena en Paraná y negó los cargos
El entrenador rosarino de un club de hockey de Paraná fue denunciado por la madre de una nena de 10 años, jugadora de uno de los equipos infantiles, por haber concretado un abuso deshonesto de la menor. El caso es investigado por un juez de Instrucción de la capital entrerriana y motivó que la Escuela de Deportes de Paraná, que lo había contratado como técnico, cancelara su relación laboral.
El contenido de la denuncia fue publicado ayer por el diario Uno de Paraná que recibió por la tarde una réplica de parte del representante legal del entrenador rosarino. A través del abogado, el técnico acusado no solamente negó en forma rotunda el hecho sino que anunció que iniciará acciones legales contra la Municipalidad de Paraná, que lo había contratado, dado que lo desafectó laboralmente frente a la sola acusación, desconociendo su presunción de inocencia.
La denuncia investigada por el juez Ricardo González se refiere a un incidente que, según la madre de la nena, ocurrió en el Club de Empleados del Banco de Entre Ríos. De acuerdo al planteo, en un momento determinado el entrenador se acercó a la nena antes de una práctica y tras entablar una conversación comenzó a manosearla e insinuarle situaciones indecorosas.
Frente a esto, la nena habría contado a la madre el incidente, lo que enfureció a la mujer y la animó a radicar la denuncia en la comisaría 13ª de Paraná. El diario Uno consignó que el entrenador denunciado tiene 50 años, es oriundo de Rosario está radicado en Paraná desde hace años. Un funcionario del área de Deportes del municipio entrerriano admitió que el técnico fue relevado momentáneamente de sus funciones aunque reconoció que había realizado "una gran tarea de difusión de ese deporte" y que "este hombre ha sido excelente en su tarea de entrenador".
El representante legal del entrenador aseguró al diario paranaense que su cliente quedó enredado en una denuncia infundada y que no puede imaginar qué pudo haberle contado la chica a su madre, aunque desmintió tajantemente haber tenido el comportamiento abusivo que le adjudicaron.
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