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miércoles,
26 de
octubre de
2005 |
Las potencias se preparan para sancionar a Siria
Nueva York. - Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña pretenden aprobar esta semana en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que condene la injerencia siria en el Líbano y que obligue a Damasco a colaborar más con la investigación del asesinato del ex premier libanés Rafik Hariri. Esta exigencia incluye el arresto de los principales involucrados en el magnicidio.
El Consejo de Seguridad debatió ayer en Nueva York sobre el informe del fiscal alemán Detlev Mehlis acerca del complot para asesinar a Hariri el pasado 14 de febrero en Beirut. En el informe varios altos cargos de los servicios secretos y políticos sirios son señalados como sospechosos de la muerte de Hariri.
En su comparecencia de ayer ante el Consejo, Mehlis se explayó sobre el reporte. "Mi conclusión es que el asesinato fue organizado por fuerzas de seguridad sirias y libanesas". El fiscal pidió que en las próximas semanas Damasco participe activamente en el esclarecimiento del complot, y acotó que hasta ahora Siria no aportó un solo documento. Incluso le propuso a Damasco que efectúe su propia investigación del asesinato.
Amenazan a los investigadores
El fiscal también denunció ante el Consejo que miembros del equipo de investigación han recibido amenazas "creíbles" contra su seguridad. Pese a las medidas para proteger a la comisión de 30 investigadores bajo su liderazgo, las "amenazas seguirán incrementándose más tras la difusión del reporte", dijo.
El embajador francés ante la ONU, Jean-Marc de la Sablière, describió como "muy seria" la atmósfera entre los presentes. Su colega estadounidense, John Bolton, dijo que está completando un borrador de resolución para que haya medidas contra Siria.
Mientras tanto, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, advirtió que sanciones contra Damasco puedan perjudicar la investigación. "Deberíamos ser cuidadosos en no hacer nada que interfiera con el proceso judicial o los derechos de los acusados", destacó.
Por su parte, en un discurso en Washington, el presidente George W. Bush consideró que Damasco tiene que ser sancionado por su implicación en el asesinato de Hariri, y acusó a Siria de desestabilizar al Líbano, permitir el paso por su territorio de terroristas hacia Irak y dar cobijo a grupos palestinos extremistas.
Previamente, en una entrevista con la emisora árabe Al Arabiya, el presidente no descartó una acción militar contra Siria, aunque dijo que sería "la última opción", si todos los otros medios para hacer entrar en razón a Damasco fracasan. Bush instó al gobierno del presidente Bashar al Assad a esforzarse por una solución diplomática del conflicto con el Líbano y la ONU.
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