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miércoles,
26 de
octubre de
2005 |
La tecnología al servicio de las pymes
Que el sector agropecuario supo apropiarse de la tecnología y el conocimiento para crecer ya nadie lo duda. Sin embargo, esto no implica que mayor producción sea sinónimo de desarrollo. Esta fue la idea fuerza del 2º seminario Agroinnova, que abrió ayer bajo el lema "soluciones para las pymes argentinas". El encuentro fue organizado por Federación Agraria Argentina (FAA), el Inta, la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación (Secyt), el Conicet, el Banco Interamericano de Desarrollo, la provincia de Santa Fe, la Municipalidad de Rosario y el Ministerio de Educación de la Nación.
La jornada se convirtió en una tribuna privilegiada donde los propios productores o innovadores fueron protagonistas.
El seminario arrancó con la exposición de cuatro casos (miel certificada, manejo de enfermedades en la producción de maní, emprendimiento asociativo para producción de miel diferenciada y exportación de pimientos frescos) en los cuales el trabajo de los productores se realizó en conjunto con organismo del Estado como Inta, Foncyt o la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. "El sector agropecuario, del cual dependemos como Nación, fue el que asumió con mayor responsabilidad esta economía del conocimiento y supo aprovechar las ventajas competitivas e incorporó tecnología para aumentar el nivel de producción", dijo el titular de la Agencia, Lino Barañao.
De todos modos, en el seminario algo quedó claro: no siempre el crecimiento de la producción significa desarrollo apropiable y democrático. Así lo expresó el presidente de FAA, Eduardo Buzzi, quien señaló además que "debe confrontarse el modelo productivista exportador por uno en el que sea incluido el modelo familiar".
"Desde el Inta privilegiamos la sustentabilidad y la equidad, esto es, que pensando en una distribución hacia toda la comunidad", explicó el director del Centro Regional Santa Fe del organismo, Francisco Mosconi.
El ministro de la Producción de Santa Fe, Roberto Ceretto, señaló a Agroinnova como una "herramienta que permite mostrar cómo se construye un desarrollo tecnológico propio".
Aunque el encuentro no tenía previsto espacios para rondas de negocios o entrevistas empresariales, la presencia del consejero comercial de la Subsecretaría de Exportación de Cuba, Hugo del Pina, y de un representante de la Cancillería Argentina que maneja los contactos con Venezuela, habilitó algunas rondas de negocios. Durante un almuerzo en la localidad de Máximo Paz, Del Pina explicó que a raíz de la firma del fideicomiso entre la Argentina y su país ya se inició un intercambio que contabiliza entre 4 y 5 millones de dólares.
Mientras para estas fronteras llegaron medicamentos, el territorio de Fidel Castro demanda fundamentalmente alimentos. En lo que respecta a la región, los intereses están centrados en soja, maíz, aceites vegetales y legumbres secas. También está en funcionamiento y mediante convenios con la Secyt, el Inta o el Inti, convenios de cooperación para el intercambio de científicos entre ambos países. En Rosario ya se hicieron algunas experiencias en este sentido en empresas radicadas en el polo científico tecnológico.
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