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martes,
13 de
septiembre de
2005 |
Los dos principales candidatos a concejal cara a cara
Ghirardi y Miatello en un primer debate a 40 días de las urnas
El socialista pidió que Kirchner no se meta en la campaña. El peronista dijo que su figura ayudará
"Que el presidente evite involucrarse en forma directa en la campaña sería más sano. Sabemos que su carácter lo lleva a eso, pero no lo vemos bien. El intendente Miguel Lifschitz mantuvo equilibrio y sobriedad institucional y lo va a seguir haciendo", disparó el primer candidato a concejal socialista Horacio Ghirardi.
El justicialista Osvaldo Miatello, su principal competidor, opinó por el contrario que a medida que empiecen a tallar "las figuras nacionales y el presidente de la Nación" Néstor Kirchner, la suerte del Frente para la Victoria mejorará de cara al 23 de octubre tanto en Rosario como en la provincia de Santa Fe.
Ambos, Ghirardi y Miatello, ganadores en las internas en sus respectivos partidos el 7 de agosto pasado, compartieron ayer un debate organizado por la Asociación Civil de Estudios Populares y la Fundación Konrad Adenauer en la librería Homo Sapiens. Dentro de 40 días deberán competir entre ellos. Empero, ayer, tan cuidadosos estuvieron de no lastimarse frente al público que las definiciones más picantes hubo que buscarlas una vez que bajaron del estrado.
"Si tomáramos los resultados de la interna de agosto pasado, el socialismo y el justicialismo nos alzaríamos con cinco concejales cada uno. El restante iría para el ARI", apuntó Miatello. "No tiene por qué repetirse el resultado en octubre, pero vale como referencia", agregó.
Ghirardi, obvio, discrepó: "Vamos a meter más concejales que el PJ. Estamos optimistas y opinamos que la diferencia entre ambos partidos está en el concepto de gobernar: nosotros privilegiamos lo humano, la salud, la educación. En octubre -apuntó- se va a confrontar lo que hace el gobierno provincial de (Jorge) Obeid con los logros de la gestión municipal de Rosario".
Miatello volvió a tomar los resultados de agosto y la distribución del voto (a favor del socialismo en el centro y del peronismo fuera de los bulevares) para replicar: "Rosario no es una ciudad para todos igual; hay gente que vive muy mal. Si no se la integra, habrá serios problemas".
Fue lo más polémico que se dijeron. Antes, Miatello y Ghirardi se la pasaron cantando loas al sistema electoral de internas abiertas que debutó en agosto y que pasó a otra vida a la antigua ley de lemas. Igual que Menem, la ley de lemas pareció la causante de todos los males en Santa Fe. "Es como el juego de las escondidas: uno salva al resto", comentó uno del público, medio reo, mientras bajaba las escaleras.
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