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domingo,
11 de
septiembre de
2005 |
El viaje del lector
Al otro lado del Adriático
Blanca Ré (ganadora de la semana)
Cruzar el Adriático desde Ancona (Italia) a Split (Croacia) es apasionante. Nos recibe la llovizna fría, a pesar de estar en primavera. Antes de conocer este lugar me impactaba la idea de saber que entre Ancona y Split, viaje que dura apenas ocho horas, tendríamos oportunidad de pasar por la gran cantidad de fiordos que acompañan a la costa croata, pero, más que eso, me asombró saber que sus habitantes responden a una filosofía que les hace reflexionar sobre el paso del tiempo y el uso que la gente hace del pasado, viviendo en orden y con dignidad.
Ese puerto, conocido como "ciudad del palacio de Diocleciano" se nos muestra sencillo y cordial y nos sirve de escala para llegar en bus a Bosnia Herzegovina, donde buscaremos un lugar muy especial por su fe religiosa, por su paz, por la sencillez de su gente: Medugorje, lugar donde apareció Nuestra Señora de la Paz. Nos instalamos en un hospedaje muy modesto y muy familiar donde encontramos comida y vinos caseros hechos con las uvas del lugar. Todo es paz, todo es amor.
Después de las apariciones
El nombre de Medugorje es de origen eslavo y significa "la zona entre montañas" y el gran atractivo es la parroquia, inaugurada en 1969. Pero desde 1981 dejó de ser una parroquia más para convertirse en el punto central de miles de peregrinos de todo el mundo. La gente empezó a acudir averiguando qué ocurría en Medugorje luego de las apariciones y nosotros también buscamos eso y así, ascendimos al Monte de las Apariciones, subiendo por un camino escarpado, ensanchado y alisado, gracias a la visita continua y diaria de tantos viajeros.
En la mitad del camino hay una gran cruz de madera. Aproximadamente a 1 kilómetro está el monte Krizevac (monte de la cruz), comunicado con el monte Crnica, formando un triángulo. Allí se llega después de pasar por 15 relieves de cobre con la imagen de la Virgen, cada uno representando una estación del Vía Crucis. La paz y la comunión que logramos en ese lugar es indescriptible... Después supimos que fueron cinco jóvenes los que asistieron a las apariciones de la Virgen a partir del 24 de junio de 1981...
... y nosotros, nuestro hermoso grupo, estábamos alojados en la casa del padre de Ivanka, una de las videntes de aquel día. Luego tuvimos la oportunidad de conocer a Iván, otro de los videntes, quien nos dio su testimonio. Estos jóvenes tenían en el momento de la aparición entre 14 y 16 años.
Todo fue mágico. Allí no nos importaba no entender el idioma ni conocer su moneda; siempre encontramos alguien para ayudarnos. Desandar el camino nos costó mucho, pero todos, los 20 que integramos el grupo, salimos fortalecidos y con ganas de seguir nuestro itinerario por Italia.
Blanca Ré
(ganadora de la semana)
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Fotos
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Medugorje es el monte donde apareció Nuestra Señora de la Paz.
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