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domingo,
11 de
septiembre de
2005 |
Los hinchas se lo
tomaron con soda
El efecto clásico dura y bancaron el 0-4
Los hinchas se lo tomaron con soda. No hubo insultos sino todo lo contrario. Cuando la cosa fue definitivamente irreversible, un aliento conmovedor bajó de las tribunas. Quedaba claro que la enorme alegría que este equipo les regaló en los clásicos de la Sudamericana, les dio plafón como para soportar sin chistar la dolorosa derrota de anoche, más pensando que el jueves habrá revancha.
DIfícil saber si los simpatizantes auriazules coincidieron con Cuffaro Russo en que la prioridad al planear el encuentro de anoche era el de Internacional, por los octavos de final de la Copa. En todo caso, y pese a que no recibieron con excesiva efusividad al técnico apenas se arrimó al banco de suplentes, en su primer contacto tras la victoria ante Newell's, sí le dieron un crédito más que importante y con toda razón, amén del resultado.
El límite de la espera por un cambio de rumbo en el partido fue el tercer gol. Cuando los hinchas comprendieron que si hasta Ojeda fallaba ya no había mucho más por hacer, entonces se dedicaron a bajar su apoyo sin condiciones. Bajaron la camiseta gigante que donaron el Chelito Delgado y Lucho Figueroa, y no pararon de cantar hasta el pitazo final de Giménez. Si interpretaron que está bien optar ya por uno de los torneos, lo demostrarán más adelante.
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