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domingo,
11 de
septiembre de
2005 |
Argentino tiene la casa embrujada
El Salaíto igualó 1 a 1 con Dock Sud y sigue sin poder ganar en el José Olaeta
Lucas Vitantonio / Ovación
Tiene la casa embrujada. Parece mentira, pero el salaíto que está realizando una buena campaña en el torneo de Primera C -no perdió ninguno de los seis partidos que disputó- no puede celebrar una victoria ante su público. Ayer parecía que el hechizo se rompía definitivamente cuando Pablo Vale mandó la pelota al fondo de la red y Argentino ponía proa hacia al triunfo, pero nada de eso ocurrió. Enseguida llegó el empate de Dock Sud y los dos debieron conformarse con repartir porotos. La buena: el equipo de barrio Sarmiento conservó el invicto. La mala: sigue con la materia previa de sumar de a tres en casa.
El primer tiempo se jugó sin arcos. La pelota estuvo más en el cielo que en la tierra. Los protagonistas fueron el frío, las banderas auriazules de la popular visitante y la orquesta salaíta, que mantuvo el ritmo durante los 90 minutos. En el desarrollo del juego los talentosos no hicieron pie y el viento se llevó cada intento de progresar en ataque.
En la etapa inicial Argentino plantó cuatro defensores, donde los laterales tenían la libertad de pasar al ataque. El más criterioso fue Farías, que ensayó algunas apiladas interesantes que no llegaron a inquietar a Dock Sud. En el medio se plantó con personalidad Basso, pero no tuvo buenos laderos en Da Silva y Módica.
La función ofensiva en el salaíto quedó en manos de Pablo Vale, como delantero de punta flotando entre los centrales, y dos extremos, Sandro Sánchez, por derecha, y Hugo Ibáñez, por izquierda. Pero en los 45' iniciales jamás pudieron desequilibrar a la ordenada defensa visitante.
En el segundo tiempo Dock Sud salió a buscar el partido unos metros más adelante. La más clara fue a los 2', cuando Salto ingresó al área en soledad y remató cruzado ante la salida de López, que vio como el balón se estrelló en el caño derecho.
Luego llegaron las emociones máximas. Dos Santos trepó por izquierda, la abrió para Ibáñez y este envió un centro preciso que Vale empujó al gol. Y enseguida el volante central de la visita, Damián Fernández, remató en la misma jugada en dos oportunidades de frente al arco. Primero el balón rebotó en un jugador salaíto, pero luego agitó la red y sentenció el empate definitivo. Ya nada más rompió la monotonía.
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Fotos
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Sandro Sánchez intenta cabecear ante Ponce.
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