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domingo,
11 de
septiembre de
2005 |
La industria farmacéutica
El jefe de la cátedra de Economía de la Salud del Instituto Universitario Isalud, Carlos Vassallo, consideró que la integración con el sector de la biotecnología será el próximo desafío a asumir por la industria farmcéutica local y advirtió que la sustentabilidad del sector está atada al desarrollo de una industria de genéricos que conviva con el fuerte mercado de marcas que actualmente existe en el país.
Tras señalar que las empresas locales son fuertes en "la industria de similares", consideró que para muchos laboratorios será clave ganar escala para hacer investigación y desarrollo. Las cifras de inversión que se necesitan para hacer una monodroga están entre los 400 y 800 millones de dólares, dijo, y alertó que, con excepciones como la de Biosidus "no hay muchos que hayan construido su ventaja competitiva" en base a la investigación.
-¿La ley de biotecnología no pueda alentar a algunos de estos laboratorios a la investigación y desarrollo?
-Lo veo más asociado con el agro o con algún sector que ya está trabajando sobre el tema. Es decir, ninguno de los grandes laboratorios nacionales tiene una actitud de asociarse con laboratorios de biotecnología para poder crecer. En cambio, en el mundo eso es lo que está pasando. Las químicas a las cuales se les vencen las patentes dentro de los próximos cinco o diez años, se alían con las biotecnológicas porque tienen capacidad financiera, y las bio aceptan porque les faltan recursos para seguir investigando. Y así se van posicionando en algunos productos nuevos que surgirán en el futuro. Este es un poco el dilema, porque en realidad somos el único país que tiene una industria tan fuerte de medicamentos similares, que en algunos casos tienen sus plantas aprobadas por la FDA.
Vassallo se lamentó porque "cuando se aprobó la ley de patentes, se tendría que haber trabajado en paralelo para lanzar un mercado de medicamentos genéricos" ya que "si uno tiene que pagar patentes por los medicamentos nuevos e innovadores, necesita ahorrar desde algún lugar". Explicó que si bien la ley "aún no tiene gran incidencia porque se terminan inscribiendo las patentes en otros países, en el futuro comenzará a generarse cierta cantidad de medicamentos ambulatorios que empezarán a quedar desactualizados".
En ese marco, consideró que si el país tuviera una industria de genéricos capaz de elaborar "esos medicamentos a los cuales se les venció la patente hace muchos años, podría tener un ahorro importante". Explicó que mientras en el resto de los países países conviven un mercado de marcas con uno de genéricos, "Argentina sólo es un mercado de marcas".
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