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 miércoles, 07 de septiembre de 2005  
Arrebatan un maletín con 23 mil pesos al gerente de una empresa en el centro
Llevaba otros 10 mil pesos en cheques. Fue a las 14 y acababa de salir de un banco. Una secuencia que no cesa

Gustavo Luna es el gerente financiero de Euro, un frigorífico de Villa Gobernador Gálvez. Desde hace cuatro años deposita diariamente efectivo y cheques de la empresa en bancos del centro rosarino. Ayer a la tarde hubo una alteración de su rutina: dos motociclistas le arrebataron 23 mil pesos en dinero en efectivo y otros 10 mil en valores cuando había salido de una entidad financiera. El dinero sustraído estaba destinado al pago de quincenas de los operarios del frigorífico.

El atraco de ayer integra una seguidilla de robos que sufrieron clientes del Banco de Santa Fe perpetrados por motociclistas. El de ayer fue el segundo en menos de una semana (ver aparte).

Euro es un frigorífico ubicado en el bulevar San Diego 1920 de Villa Gobernador Gálvez. Tiene dos plantas donde se elaboran materias primas para embutidos de carnes vacuna, ovina y de cerdo. Los productos abastecen al mercado interno y se exportan a países de Europa y Asia.

Cerca de las 10 de ayer, Luna, de 37 años, salió de una de las dos plantas en un Fiat Marea en dirección a una financiera situada en Mitre y Rioja. Allí retiró la plata que poco después se llevarían los motociclistas que, al parecer, venían registrando sus pasos.

Guardó los 38 mil pesos en un attaché de cuero de color marrón y se subió al auto que había dejado estacionado en una cochera lindante con la financiera. Recorrió unas cinco cuadras y se detuvo nuevamente para dejar el Fiat en otro garaje situado en la esquina de San Martín y Santa Fe. Allí se bajó y recorrió a pie la cuadra que lo separaba del Banco Galicia.

Luna depositó 5.400 pesos en una cuenta corriente en el cajero automático del Galicia porque "había mucha gente esperando para que la atendiera". Se dice que cometió una desatención que tal vez facilitó el atraco. "Me expuse demasiado cuando abrí el maletín donde estaban todos los billetes desparramados", reconoció.

Eran las 14 y debía realizar otro trámite bancario en el Banco de Santa Fe. Caminó en el sentido inverso y cuando llegó a San Martín y Santa Fe cruzó la calle. Fue hacia un quiosco para comprar cigarrillos y allí sufrió el despojo.

"Estaba de espaldas y sentí que me manotearon el maletín. Me di vuelta y vi que un tipo salía corriendo hacia San Martín, a la altura de donde está el quiosco de diarios. Ahí había una moto que avanzaba a paso de hombre. El tipo se tiró arriba abrazado al maletín", explicó Luna.

De pelo corto, de unos 27 años, vestido con un pulóver rojo y vaquero, el arrebatador se marchaba. Luna corrió tras él y, según contó, estuvo a punto de alcanzarlo. "Me faltaron veinte centímetros. Pero como él se dio vuelta y me apuntó con algo que no sé si era un arma, me frené", recordó.

Los motociclistas desaparecieron por San Martín hacia el río. El gerente denunció el asalto a los policías de un patrullero estacionado sobre Santa Fe y salió con ellos tras los hampones.

Ya habían transcurrido unos tres minutos del atraco. "Fuimos por San Martin hasta el bajo por el río, atravesamos la ex estación de trenes Rosario Central, recorrimos Santiago y volvimos hasta la esquina donde me robaron", recordó. En vano. Los maleantes escaparon con once mil en efectivo, 4 mil dólares y cheques por diez mil pesos. Luna debía depositar en el Banco de Santa Fe los dólares y los valores. El resto estaba destinado a las quincenas de los operarios, que debían abonarse hoy.

En la esquina de Santa Fe y San Martín, se encontró con los dueños del frigorífico -la familia Lequio- y desde allí fueron a denunciar el atraco en la comisaría 3ª.

El de ayer no fue el único robo que padeció Luna. Durante la noche del 5 de mayo del 2001, desconocidos le desmantelaron su casa de Pascual Rosas al 700 cuando cenaba en la casa de su madre. "Solamente me dejaron mesas, sillas y un televisor grande que no se pudieron llevar".

Luna contó que Euro es la empresa "más grande de Santa Fe" en materia de tripas para embutidos. Se instaló hace 70 años en Villa Gobernador Gálvez. En sus dos plantas trabajan 320 empleados. Exporta alimentos a Europa, Japón, los países de la ex Unión Soviética, Estados Unidos y Canadá.

"Es un golpe muy duro para la empresa porque tenemos problemas financieros. Además los bancos nos ponen dificultades y no nos ayudan". En ese momento, el diálogo con el cronista se interrumpe por el sonido del celular de Luna. Es alguien del banco que le pregunta si va a hacer un depósito. "Hoy no, me acaban de robar".
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Luna es el gerente de un frigorífico.

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