San Francisco: un minicoche que guía los paseos

Autos eléctricos indican los recorridos para trepar las colinas sin perderse. El único riesgo, agotar la batería

¿Tendrá el "guía" suficiente poder como para subir las empinadas calles de San Francisco? Esa suela ser la mayor preocupación de los turistas que recorren la ciudad de la costa oeste de Estados Unidos con este original vehículo, que alcanza los 40 kilómetros por hora y es dirigido por sistema satelital GPS.

"En el peor de los casos, se puede saltar de él", bromea el viajero John Wagner tras dos horas de recorrido a bordo del pequeño coche eléctrico. Wagner superó sin problemas la excursión con el "guía motorizado". El hombre, oriundo del estado de Michigan, alquiló dos coches para los seis miembros de su familia.

La empresa Electric Time envía diariamente una colorida flota de 27 mini-coches a recorrer las calles de San Francisco. Los vehículos para dos o tres personas sin puertas parecen un cruce de un autoscooter y un carrito de golf.

"Lógicamente suben y bajan las colinas sin problemas", asegura el administrador Bryant Benson. Sin embargo, admite que hubo algunos accidentes "porque los viajeros se divertían demasiado y no prestaban atención".

Quiensiga las rutas recomendadas puede ver en entre una y dos horas las principales atracciones de la ciudad, desde Fisherman's Wharf hasta el Golden Gate.

"Sólo cuando tardan más de tres horas comenzamos a preocuparnos porque podrían quedarse sin batería", comenta Benson. Para ese caso de emergencia existe un servicio de grúas.

"Por favor, gire a la derecha", indica la voz desde el altavoz poco antes de un cruce de funicular y enseguida comienza a enumerar los datos más importantes al respecto.

Luego, el camino sigue cuesta arriba sobre la Lombard-Street, aparentemente la calle con más curvas del mundo. El conductor siempre debe seguir las indicaciones del "guía" y confiar en los frenos de su pequeño coche.

"Esto es buenísimo", comenta Lauren Wagner, de nueve años, entusiasmada sobre todo por las miradas curiosas de los peatones. "Nos tomaron fotos", relata orgullosa. De hecho, los "guías parlantes" atraen todas las miradas. "La mayoría de las personas disfrutan ser ellos mismos una atracción turística", explica Benson.

"Podemos parar en cualquier esquina y sacarnos fotos", comenta el padre de Lauren. Eso es mucho mejor que hacer el recorrido en autobús turístico.

Con unos vehículos amarillos de dos asientos también la empresa GoCar apuesta por esta nueva tendencia para conocer ciudades. También en su caso las indicaciones de un sistema GPS sustituyen al plano de la ciudad.

Los mini-cabrios de dos metros de largo avanzan a 45 kilómetros por hora por la ciudad. En este caso es necesario tener carnet de conducir y llevar casco. Los GoCars fueron noticia hace poco con una nominación al "mejor invento" del año por parte de la revista "Time".

Gabriel Elias de Los Angeles se dejó convencer por sus hijos de ocho y nueve años para realizar el tour. "Siempre quise conducir un coche eléctrico", explica el turista. Antes de empezar inspecciona el vehículo: luces, bocina, intermitente, limpiaparabrisas y cinturón de seguridad, casi como un coche verdadero, sólo que más pequeño y más gracioso.

Además de inglés, francés y español, los coches "aprenderán" este verano alemán y japonés.

En la selva de rascacielos, la comunicación con el GPS a veces se pierde, admite Beson. Pero quien se sale del camino por error, rápidamente vuelve a estar conectado.

De todas maneras, advierte a los conductores que no abandonen las lentas calles del centro. "Una vez un borracho cruzó el Golden Gate y fue detenido por la policía del otro lado del puente".

Los autos parlantes dan en voz alta las instrucciones para recorrer la ciudad.