|
domingo,
04 de
septiembre de
2005 |
Pasando revista
Frank Baires (número 1, año 1) es una revista crítica. Porque promueve el debate, pero también porque se ubica en esa grieta del pensamiento. Tras los pasos del espíritu de la Escuela de Frankfurt pretende retomar el trabajo pendiente dejado por Adorno o Benjamin. La tarea, entonces, será "cómo pensar los neofascismos que se aglutinan en todos los micropoderes de la sociedad, incluidas todas las artes", advierte Fernando Kofman, director de la publicación. Como nota central, la revista ofrece "Adorno, de Auschwitz a la Esma", tomando la reflexión provocativa que lanzó el filósofo: "escribir un poema después Auschwitz es un acto de barbarie". Claudio Martyniuk, autor del artículo, arriesga entonces que el pensamiento de Adorno "no nos es ajeno". Un comentario sobre una ópera centrada en las Madres de Plaza de Mayo, creada por Luis Bacalov, analiza la posibilidad de unir lo lírico a lo político. Como reseña se presenta un comentario sobre "Hitler" de Ian Kershaw y también se ofrece una semblanza sobre Walter Benjamin. Hay poesía y se reproducen fragmentos de "Estado de excepción", de Giorgio Agamben. En el final, un ensayo de Kofman pregunta sobre si es posible que la música piense la opresión, y que se desvista de "tanta armonía".
El primer número de Un caño, una revista de deportes hecha en la Capital Federal con otra mirada, salió a la calle como una bocanada de oxígeno entre los medios dedicados al gran espectáculo del fútbol y los otros deportes masivos. Dirigida por el periodista Matías Martin y otros cronistas de vasta experiencia como Alejandro Caravario, Mariano Hamilton, Pablo Llonto y Fabián Mauri, Un caño sorprende con una extensa entrevista a la Brujita Verón, una investigación sobre los negocios de Mauricio Macri hecha por Ezequiel Fernández Moores, una pintura de los orígenes del ascendido Tiro Federal de nuestra ciudad, una nota de periodismo de anticipación titulada "El día que murió Julio Grondona" y una muy buena postal sobre el juez de línea búlgaro que convalidó el gol de Diego con La mano de Dios, en México 86.
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
|