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domingo,
04 de
septiembre de
2005 |
Advierten sobre
maniobras en la
venta de terrenos
Casilda.- El Concejo casildense instó a los posibles compradores de lotes cuyos vendedores invoquen ser o representar a los sucesores de los derechos de Juan Pescio, el fundador del barrio Nueva Roma, a requerir asesoramiento a agentes inmobiliarios, abogados o escribanos respecto de su situación dominial al fin de evitar futuros perjuicios. La iniciativa surgió del concejal Andrés Golosetti, quien en marzo pasado ya había obtenido el respaldo de sus pares para sancionar un proyecto de declaración sobre el tema.
El alerta sobrevino luego de que un grupo de vecinos que adquirió terrenos en ese sector de la ciudad planteara, ante distintas dependencias de la administración municipal, la imposibilidad de escriturar los inmuebles porque no se encuentran debidamente subdivididos en catastro. Los damnificados habían hecho operaciones con personas que dijeron representar los intereses de los herederos de Pescio, quien en vida fuera propietario de una importante cantidad de tierras que compró al fundador de la ciudad, Carlos Casado del Alisal.
Al fallecer, sus bienes fueron transferidos a su hijo, posteriormente a su nieto y finalmente éste cedió derechos y acciones hereditarias a Juan Rapún y David Grossman. "A partir de allí -explicó Golosetti- innumerables fueron los personajes que vinieron a Casilda manifestando contar con poderes para la administración y venta de los terrenos, algunos exhibiendo documentación acreditante y otros invocando la representación de los propietarios".
"Lo cierto es -añadió- que muchas compraventas se formalizaron con ostensibles vicios de forma, y en otros casos los compradores se vieron imposibilitados de efectuar las escrituras traslativas del dominio, ya que los terrenos vendidos no se encontraban debidamente subdivididos".
Golosetti remarcó que "para efectuar las subdivisiones, los adquirentes se encontraron con la sorpresa de que debían pagar sumas exorbitantes por deudas impositivas, entre ellas tasas municipales, lo cual les resultó imposible. A ello se suma la ausencia de certeza sobre la veracidad de las representaciones invocadas por los intermediarios de las ventas, además que se han detectado casos en los que se realizó más de una operación de compraventa sobre el mismo terreno".
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