|
domingo,
04 de
septiembre de
2005 |
Primera C
Primer festejo de Argentino: derrotó a Barracas Central
El equipo de barrio Sarmiento logró una importante victoria de visitante
Argentino encontró el esperado triunfo con dos flashes de talento que, una vez en cada tiempo, iluminaron un ordenado trabajo del equipo de Ferrero y Craiyacich. Fue 2 a 1 de visitante ante Barracas, en una suerte de revancha de las finales por el ascenso a Primera B que el salaíto ganó en junio del año pasado.
El que primero golpeó fue el salaíto, con un tiro libre esquinado, desde 35 metros, ejecutado muy bien por Sandro Sánchez, aunque contó con la ayuda de Pablo Vale que despistó al arquero.
Los porteños salieron a buscar el empate, fueron inclinando la cancha de a poco y dieron un aviso, que no se concretó por dos atajadas impresionantes de López y un rechazo de Farías, todo en una misma jugada. El premio a la insistencia les llegó cuando, tras un córner, el rosarino Cela Ruggieri quedó sólo y definió a la derecha.
Tras el entretiempo, Barracas salió con todo a vengar el ascenso frustrado, al compás de su hinchada que cantaba "a estos p... les tenemos que ganar". Uzurrunzaga estrelló el balón en un palo y enseguida el mismo enganche probó desde afuera, exigiendo a López.
Después, Aceto agarró dentro del área a Ayala, pero Delfino dejó seguir. Desde entonces, Argentino se volvió a plantar con firmeza bajo el liderazgo del capitán Nahuel Martínez e intentó aprovechar los contraataques. Sánchez probó desde afuera un tiro que tras rebotar en el travesaño le quedó a Vale, que casi desnuca a Segovia, cuando éste rechazó de cabeza.
Cuando el salaíto pudo equilibrar, Hugo Ibáñez se animó y armó una jugada de antología que abrió el camino a la victoria: con su exquisita mezcla de habilidad y velocidad, adelantó la pelota por la izquierda de su marca y la fue a buscar por derecha adentro del área. Cuando entraba solo, su humillado contrincante lo agarró de la camiseta y esta vez Delfino sancionó penal. El encargado de definir el partido fue Nahuel Martínez, quien con mucha tranquilidad, la acomodó al ras del piso tras esperar que el arquero se jugara.
A partir de ahí, Craiyacich pidió jugar en el medio, sin meterse atrás, y el esquema resultó. Castillón pudo aumentar pero en vez de patear al arco dio un pase fallido.Y en la última carga de Barracas, Martínez le ganó de cabeza a tres atacantes y reaseguró el primer triunfo salaíto.
enviar nota por e-mail
|
|
|