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sábado,
03 de
septiembre de
2005 |
La destacada de la semana
Las normas al canasto
Leo con estupor las declaraciones de la directora de Tránsito, Hebe Marcogliese, publicadas en La Capital del 26 de agosto, según las cuales deposita en las autoridades provinciales y en la falta de educación vial toda la responsabilidad emergente del caótico estado del ordenamiento vehicular en Rosario. Desde luego existen las falencias por ella señaladas, pero la citada funcionaria olvida la tercera pata de la seguridad vial, ya que la triada se compone de legislación, educación y... penalización. Claro que mal puede acordarse de esa última condición quien ha consentido y consiente las evidentes y cotidianas infracciones de tránsito. ¿No sabemos todos, nosotros y ella, que no debe estacionarse en doble fila? ¿Necesitamos un folleto explicativo para entender que la alta velocidad deviene en alta peligrosidad? ¿Que el rojo del semáforo impide nuestro paso? ¿Que estacionar sobre la vereda, junto a cordón amarillo, en esquinas o senda peatonal no está permitido? Cuando un padre espera a su hijo en doble fila a la salida de la escuela está desarrollando una verdadera clase de contra-educación vial. Si el modelo de conducta así ofrecido no recibe sanción alguna, la lección será bien aprendida: "Las normas, al canasto". La inacción de quienes son depositarios del poder de policía municipal despierta suspicacia y descreimiento en los ciudadanos, sean conductores o peatones. Las cinco notas que por expediente presenté a la señora Marcogliese a partir de diciembre de 2004 solicitando se ordenara el estacionamiento en una determinada área conflictiva y riesgosa no fueron nunca contestadas y mucho menos tenidas en cuenta (ver cartas de distintos lectores el 11/12/04, 02/02/05, 17/05/05 y 26/05/05). Incluso el Concejo hizo recomendaciones en tal sentido durante la sesión del 7 de julio. Desde luego que cuando un accidente en el lugar pase a integrar la noticia, se tomarán cartas en el asunto. Como en Cromañón.
David Solomonoff
N. de la R.: El lector se refiere a la calle Escauriza, la que tiene un ascenso pronunciado en estrecha y cerrada curva, y donde permanentemente hay autos estacionados a 45 y 90 grados. Por otra parte, La Capital en varias oportunidades se ocupó de la problemática del tránsito, de esas pequeñas y grandes infracciones que se cometen en la vía pública y que no tienen sanciones por parte de las autoridades.
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