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viernes,
02 de
septiembre de
2005 |
Kirchner viró
su discurso
a un tono más
conciliador
Con tono conciliador y moderado, el presidente Néstor Kirchner afirmó ayer que está "jugado" en la construcción de un nuevo país y remarcó que "llegó la hora de consolidar los cimientos de una patria para todos".
"No tengan duda de que cuando me dicen que aguante, voy a aguantar; no voy a claudicar, no voy a renunciar a las convicciones", enfatizó el jefe del Estado durante el acto del 126º aniversario de la ciudad de General Roca, donde anunció obras y subsidios por más de 1.400 millones de pesos para Río Negro.
En un claro giro en el tono discursivo que caracterizó los actos de campaña de los últimos días, el primer mandatario eludió hablar de adversarios políticos, pactos de desestabilización o, incluso, de las elecciones legislativas.
Elogió, en cambio, al gobernador rionegrino, el radical Miguel Angel Saiz como "verdadero ejemplo de convivencia" y dijo estar "por arriba de cualquier cuestión partidaria o cualquier sector".
Saiz, previamente, había prometido "seguir apoyando al gobierno en la construcción de una nueva Argentina y en el pago de la vieja deuda que hay con la Patagonia".
Kirchner también le dedicó un párrafo de felicitación por su gestión al intendente de General Roca, Carlos Soria, quien fue secretario de la Side en el gobierno de Eduardo Duhalde.
El primer mandatario hizo hincapié en algunos "pasos importantes" de su gobierno, entre los que mencionó la renegociación de la deuda externa en default y la lucha contra la desocupación, la pobreza y la indigencia.
Ratificó que su "gran sueño" es llevar a un dígito el nivel de argentinos sin trabajo y los que viven en situación de indigencia y reducir a la mitad la cantidad de pobres en el país.
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