Una fiscal se opone a la excarcelación de un policía

Es quien disparó contra Carlos Gauna en un baldío de Ludueña. Un juez resuelve si espera el juicio en libertad

La fiscal que interviene en la causa por el homicidio de Carlos Gauna, baleado por un policía en agosto de 2002 en un baldío de barrio Ludueña, rechazó un pedido de la defensa para que el agente imputado recupere la libertad mientras dura el juicio en su contra. El dictamen de la fiscalía llegó ayer al juzgado que lleva adelante el proceso, a cargo de Antonio Ramos, quien resolverá entre hoy y mañana si deja en libertad al uniformado. Mientras esa cuestión se resuelve, los padres del joven Gauna y familiares nucleados en la agrupación Padres del Dolor marcharon ayer a Tribunales para objetar la eventual excarcelación del acusado.

El defensor del policía acusado de matar a Carlos Gauna en un presunto episodio de gatillo fácil presentó la semana pasada un pedido de cese de prisión preventiva en favor de su cliente, el agente Rubén Darío Blanco. El abogado Luis Tomasevich planteó que Blanco estaría en condiciones de recuperar la libertad por "falta de mérito para continuar detenido". Subsidiariamente, requirió que se le conceda a Blanco una sustitución de prisión preventiva. Amparándose en el principio de inocencia, el abogado consideró que su cliente podría seguir en libertad mientras continúa el proceso.

Luego, la fiscal Alicia Donni se opuso al pedido basándose, entre otras razones, en la gravedad del delito por el cual está imputado Blanco. El policía está procesado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Ahora el caso quedó a consideración del juez Ramos, quien en las próximas horas resolverá el planteo de la defensa.

El pedido fue repudiado por los familiares de Gauna en un acto que realizaron ayer frente a los Tribunales provinciales. Los familiares, acompañados por los Padres del Dolor, se concentraron a las 11.30 y cortaron la calle entre Montevideo y Pellegrini. Entre los que participaron de la medida se encontraban los padres de otras víctimas de la violencia policial y urbana.

"Nos oponemos a que Blanco espere la sentencia en libertad porque acá es muy fácil cruzar el charco y fugarse", expresó sus temores Gladys Gauna, la madre del joven baleado, mientras los manifestantes hacían sonar bombos y una decena de policías escoltaban las puertas del edificio de Balcarce al 1700. Los familiares consideran que es prematuro concederle la libertad ante la pena que podría corresponderle. Luego, se dirigieron a Balcarce al 1400 para "escrachar" el estudio jurídico de Tomasevich.

El crimen de Gauna ocurrió el 8 de mayo de 2002 en el predio de una fábrica abandonada de Ludueña, luego de que el dueño de una casa vecina descubriera a dos jóvenes trepados al tapial y llamara a la policía al temer un asalto. Entonces llegó un patrullero ocupado por Blanco y su acompañante. El policía trepó al tapial y tiró al baldío lindero donde Carlos Gauna, de entonces 18 años, cayó herido de un disparo en la cabeza.