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viernes,
02 de
septiembre de
2005 |
Condenado por asaltar a dos taxistas y acuchillar a uno
Le impusieron 7 años y medio, pero por un caso anterior la pena quedó en 11. Sus víctimas lo reconocieron
Ariel Etcheverry / La Capital
Un joven de 25 años que fue declarado culpable de dos violentos asaltos a taxistas en la zona sur de la ciudad recibió una pena de 11 años de cárcel. Un juez de sentencia le unificó la sanción que le impuso por esos hechos con otra causa judicial abierta poco tiempo antes. Por los atracos a los choferes, en uno de los cuales la víctima terminó internada con un corte en la garganta, el acusado recibió 7 años y medio de prisión. Mientras que por un hecho de robo agravado le impusieron otros 3 años y medio.
El fallo lo dictó el juez de Sentencia Nº6, Julio García, pero fue apelado por la defensa del acusado. Ahora los integrantes de la Cámara Penal de Rosario deber revisar la resolución que condenó a Carlos Alberto Sánchez por dos cruentos atracos ocurridos con apenas seis días de diferencia.
Los hechos más graves que se le imputaban a Sánchez ocurrieron a fines de mayo de 2003 en la zona sur de la ciudad y tuvieron como blanco a taxistas. En su fallo, el juez García llegó a la conclusión de que el joven tenía la misma manera de actuar (modus operandi) y ejecutó los asaltos en el mismo sector, "a escasos metros de donde vivía, lo que le permitía fugarse". Esto, para el magistrado, "revela la existencia de un plan para llevar a la zona que conocía". Además otro elemento de peso que tuvo en cuenta en el veredicto fueron reconocimientos que hicieron las víctimas de su agresor. "Fluidez y precisión narrativa" y "seguridad y contundencia" fueron los calificativos que el magistrados utilizó para considerar esas declaraciones como "prueba de cargo" contra el acusado.
Uno de los asaltos que se le imputa a Sánchez ocurrió el 25 de mayo, a las 6. La víctima fue A.C, quien trabajaba al mando de un Renault12. Esa madrugada el chofer levantó a un muchacho de unos 20 años en San Martín y avenida Del Rosario que le pidió viajar hasta Paraguay y Olegario Víctor Andrade. Al llegar a ese sitio, el pasajero tomó de la cabeza a A.C. y le puso un filo sobre el cuello. De esa forma, se apoderó de la recaudación y huyó.
El otro robo ocurrió el 31 de mayo y tuvo condimentos muy similares al anterior, aunque el resultado desde el punto de vista personal fue más grave porque el chofer tuvo que ser internado con un corte en la garganta. Todo se inició cuando la víctima, O.B., levantó a un pasajero sobre la avenida San Martín que se hizo llevar hasta Esteban de Luca y Corrientes. Allí, el asaltante volvió a colocarle un cuchillo en el cuello al conductor.
Pero O.B. se resistió y sufrió un corte en la garganta. La investigación de esos ataques quedó en manos de la seccional 15ª. Sánchez cayó detenido porque las víctimas no dudaron en señalarlo en álbumes fotográficos, pero también por la exhaustiva descripción física que llegaron a realizar del presunto ladrón. Especialmente, cuando una de ellas mencionó en su declaración que el delincuente presentaba un defecto al hablar. Luego se comprobó que en el pasado Sánchez había sufrido un accidente con una moto. La secuela de ese episodio fue una lesión en los huesos de la nariz y en el maxilar, lo que efectivamente "modificaba su respiración y alteraba su forma de hablar", según el dictamen forense.
Sánchez negó su participación en los delitos que se le imputaban. Pero lo cierto es que meses después fue procesado por robo calificado y lesiones graves. Ahora, el juez García dio por probada su participación en ambos casos y le dictó una condena de siete años y medio de prisión. Pero como Sánchez ya tenía una condena de 3 años y medio impuesta el 20 de agosto por el juez Antonio Ramos por robo agravado, ambas sanciones quedaron unificadas a 11 años de cárcel.
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Fotos
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Una protesta de choferes por la insegurida.
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