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sábado,
27 de
agosto de
2005 |
La destacada de la semana
El derecho a la educación
Los abajo firmantes somos padres preocupados por el destino educativo de nuestros hijos. Ellos al finalizar la EGB 3 no pueden seguir el polimodal ya que en general llegan "tarde" a las inscripciones, no cuentan con cupos o no podemos acceder al costo del transporte diario si siguen en una escuela lejos de nuestras casas, entre otras dificultades. No vamos a describir en esta nota las dificultades sociales y económicas que padecemos quienes habitamos en zonas urbano-marginales, que a pesar de tener servicios no contamos con la dignidad de un trabajo. Sin embargo, no queremos el mismo destino para nuestros hijos, y comprendemos que sólo la educación formal podría modificar esta situación. Lo que pedimos depende más de una decisión política que económica, ya que la Escuela Nº133 "20 de Junio" cuenta con el espacio físico para habilitar aunque sea una sección de polimodal. No habría por el momento gastos de construcción, se les daría una oportunidad a muchos docentes que han perdido horas de trabajo por la fusión de cursos y más importante aún se les daría una gran oportunidad a los adolescentes para que no se enrolen en las filas del desarraigo, la exclusión, los vicios y por qué no la delincuencia. Los pedidos formales desde la escuela al Ministerio de Educación se han realizado en tiempo y forma, pero hasta ahora no se obtuvo respuesta alguna. Nos preguntamos: ¿es tan difícil dar una mirada hacia la comunidad de Nuevo Alberdi, Cristalería y barrio Municipal? ¿Dónde están grabados los discursos de "volver a la escuela", "inclusión", "la educación como única salvación para el futuro de los jóvenes", "la escuela como espacio de contención y pertenencia"...? Hemos escuchado repetidas veces estas palabras en campañas proselitistas, en planes de promociones comunitarias, en visitas que se realizan a los barrios para captar la atención de quienes menos tenemos... Sólo pedimos educación para nuestros hijos. Es necesario que los adolescentes consideren creíble la frase de que "sólo la educación puede sacarlos de este destino" al que fuimos sometidos nosotros, sus padres.
Rosa María López Vila, Esther Gómez, Dora Paz, María Quinteros, María Teresa Reyna, Jorge Postiglione, entre otros
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